Vivir pegada a una máquina, la vida de Nadiuska

Nadiuska Rodríguez tres veces a la semana sale de su casa en Alcalde Díaz rumbo a una cita; no con su esposo Ludwin Rodríguez, sino con una máquina de diálisis.

Ella por 10 años ha recibido el tratamiento de hemodiálisis, el cual al inicio representó un golpe duro de enfrentar para su familia.

Una glomerulonefritis (es una enfermedad renal rara que puede aparecer después de las infecciones por estreptococos del grupo A), fue la causante de su mal.

El 4 de julio de 2013 fue cuando a Nadiuska, que actualmente tiene 45 años, le informan que padece de insuficiencia renal crónica. Quedó en shock, no podía respirar y su corazón se le quería salir del pecho. Por su mente solo le pasaba la frase ‘me voy a morir', y le venía el rostro de su esposo y su hijo, que para ese tiempo tenía 13 años.

Nadiuska lloró por dos días sin saber qué hacer; solo tenía 35 años y un diagnóstico de una enfermedad crónica. Ella se miró al espejo y entendió que llorando no mejoraría su salud. Y decidió luchar por sus seres queridos.

Enfocada en dar la pelea, la paciente comenzó a conocer más de la enfermedad y cómo poder vivir con ella. Todo al inicio no es fácil y Nadiuska lo recuerda muy bien.

Sentada en su máquina en la Unidad de Hemodiálisis METRO 2 de San Cristóbal, en Río Abajo, el pasado martes Nadiuska contó al El Siglo que cada vez que se sometía a la máquina se desmayaba y una vez hasta quedó hospitalizada por 27 días en el Complejo Hospitalario de la Transístmica, porque su alimentación no era la adecuada; padecía de sobrepeso y también hipertensión arterial: factores clave para desarrollar una enfermedad renal crónica.

Nadiuska, muy tranquila mientras recibía su tratamiento, le indicó a los pacientes con insuficiencia renal que deben entender que la enfermedad no es equivalente a que se van a morir y por eso no se pueden tirar al abandono, a lo contrario deben aprender a vivir de manera adecuada con una alimentación saludable, y así lo ha hecho estos años.

Luego de 10 años de convivir con la máquina de diálisis, Nadiuska decidió dejar el miedo y tomó la decisión junto a su familia de recibir un trasplante. Será el amor de su vida, su esposo Ludwin, quien le donará un riñón.

El 19 de marzo del 2022, Nadiuska comenzó el protocolo para el trasplante de un donante vivo; pero actualmente su hemoglobina la tiene baja y eso ha retrasado el proceso. Ella tiene fe en Dios que todo saldrá bien y que su calidad de vida mejorará como ha pasado con otros conocidos que han recibido un riñón trasplantado.

Alexander Pineda, de la Asociación Nacional de Pacientes con Insuficiencia Renal Crónica, explicó que al igual que ella, hay entre 12 a 15 pacientes que están en trámite de recibir un trasplante de donante vivo.

Existen 200 pacientes en lista de espera para trasplante cadavérico, dijo Pineda, quien le recomendó a los pacientes buscar tener esa opción para mejorar su condición de salud y poder tener una nueva oportunidad de ser productivos para la sociedad y sus familias.

‘El paciente debe luchar por mejorar su salud, mientras que el sistema de salud por cubrirle sus necesidades oportunamente y la esperanza de un nuevo comienzo en manos de Dios', enfatizó.

La CSS ha informado que los pacientes con insuficiencia renal han aumentado. Entre 60 a 70 personas por mes, son diagnosticados con insuficiencia renal crónica e incluso se ha visto que dicha condición progresa de manera alarmante en las provincias de Coclé, Panamá y Panamá Oeste.

En junio de este año, la CSS ha informó que ha realizado mil 528 trasplantes desde 1990 (610 donantes fallecidos y 305 vivos), de los cuales 915 son de riñón.

Mientras en mayo, el director de la CSS, Enrique Lau Cortés, aseguró que en Ciudad de la Salud están impulsados el programa Nacional de Trasplante que resolverá de manera definitiva el daño renal que tienen los pacientes de esta entidad.