Las luces de Navidad se apagaron en calle Belén

NOSTALGIA

Desde la última vez que la calle Belén de San Francisco estuvo iluminada por cientos de foquitos de Navidad, que parecían luciérnagas que iluminaban la noche, ya no es lo mismo.

En esta vía ahora se levantan lujosos apartamentos, centros comerciales y restaurantes. Algunos de sus viejos inquilinos han muerto y otros han vendido sus residencias para mudarse.

Cuando llegaba la época navideña, era la calle más visitada por grandes y chicos. Las familias se reunían para visitar la peatonal y caminar de un extremo a otro para admirar las decoraciones de los hermosos nacimientos del niño Jesús, los árboles navideños y un sinfín de representaciones de Navidad.

Hace aproximadamente 10 años, la calle Belén dejó de brillar para esta época.

1960-2006

Ricardo Crespo, quien ha vivido toda su vida en esta comunidad, recuerda con nostalgia que la calle empezó a adornarse para Navidad en 1960 y que esa tradición se apagó en 2006.

‘Esta calle ahora pasó a ser una calle mitad comercial', dice Crespo, quien una vez hizo el papel de rey mago.

‘Cuando llega esta época, añoramos la calle Belén porque servía para unir a todos los residentes y extrañamos el flujo de automóviles que pasaban para apreciar los foquitos y adornos navideños', dice Crespo, quien fue presidente del otrora Comité Organizador.

En un boletín publicado en la comunidad de San Francisco en 1992, Evelia Crespo, madre del entrevistado, comentaba: ‘La idea de la calle Belén fue como una inspiración divina. Todos nos fuimos relacionando y cuando llegaba la época de Navidad sentíamos el mismo calor. Cada uno con sus ideas contribuyó a darle forma a lo que, propios y extraños, admiraban'.

$6 mil de costo

Crespo recuerda que para realizar la actividad los residentes recogían 30 dólares por año y también recibían donaciones de empresas estatales y privadas. El costo total de adornar la calle costaba entre 6 mil a 8 mil dólares.

La calle se alumbraba con guirnaldas de arco cada 20 metros y habían guirnaldas de orilla a orilla. Se realizaban posadas casa por casa y todas tenían imágenes alusivas a la temporada. También se realizaban actividades culturales y misas.

La calle empezaba a adornarse una semana antes del 16 de diciembre y permanecía alumbrada hasta el 6 de enero, Día de los Reyes Magos.

Aplaude la iluminación de los parques

Crespo aplaude al alcalde José Blandón por iluminar el Parque Urracá y otros sitios de la ciudad.

‘Eso atrae a los turistas para que visiten Panamá esta Navidad', observa.

Elena de Vial, otra residente, recordaba en el boletín: ‘Saltan a mi mente aquellos momentos en que ella (su hija) hacía de Virgen María en las posadas. La veo saltando, tocando puertas, jugueteando, en fin, son recuerdos que me ha proporcionado la calle Belén'.

Hoy solo queda la nostalgia y los recuerdos de una época que despertó la admiración de muchos panameños en la Navidad y quienes peregrinaban para disfrutar de las luces de la calle Belén.