Panamá
Al menos 500 indigentes viven en las calles de la urbe capitalina
La frialdad de la noche es el único acompañante de los indigentes, las viejas sábanas encontradas en las calles, arropan sus deteriorados cuerpos los cuales, con el pasar de los años y el consumir de muchas sustancias, han acabado prácticamente con sus vidas.
Esta historia la vivió Marcos Crespo quien cuenta, en una pequeña carta, que siempre fue adicto a las drogas hasta hace once meses que decidió cambiar su vida, al ingresar a un centro de rehabilitación.
‘Los primeros días fueron horribles para mí, porque sufría de ansiedad de alcohol y piedra, pero podía ver que cada día que pasaba era un día más sin hacer esas porquerías que me tenían atado', confesó Crespo.
Isaac Atencio, director de Gestión Social del Municipio de Panamá (Mupa), dijo que esas personas son dirigidas a programas de rehabilitación con fases de desintoxicación, ayuda con familiares, terapias de grupo y otros.
Señaló que, el Mupa subsidia a tres albergues para la ayuda de estas personas; Remar con $200 mil, Hogares Crea con $100 mil y Nueva Vida 24 mil dólares.
Detalló que los lugares en los que se encuentra la mayor cantidad de indigentes son los corregimientos de Curundú, San Felipe, Calidonia y Santa Ana.
Por su parte, Gilberto Marengo Tejada, presidente de la fundación El Renuevo, sostuvo que actualmente la institución tiene una población de 35 personas a las cuales se les da un tratamiento espiritual y cada 15 días los atiende un psicólogo.
Destacó que, una vez terminan su rehabilitación que es de un año, tienen que reincorporarse a la sociedad y, si aún desean, pueden quedarse.
En tanto, José Isabel Blandón, alcalde capitalino, dijo que se han hecho nuevos acuerdos con varias instituciones, sin embargo destacó que aún queda mucho por hacer.
Problema social
El sociólogo Olmedo Beluche afirmó que una de las situaciones que llevan a una persona a la indigencia es la desigualdad socia.
Agregó que muchas personas se convierten en indigentes debido a males asociados al alcoholismo, la drogadicción y a la falta de ingresos para poder costear una canasta básica.
DIRECTOR DE GESTIÓN SOCIAL