Panamá
Una vez mientras esperaba que diera inicio una obra de teatro, el maestro de ceremonia introduce el espectáculo narrando
Una vez mientras esperaba que diera inicio una obra de teatro, el maestro de ceremonia introduce el espectáculo narrando la historia de un gran bailarín y malabarista del ballet ruso quién a inicios del siglo veinte, producto de su trabajo, se había convertido en un hombre muy rico, invirtiendo todo su dinero en la compra del diamante más grande del mundo.
Este gran artista emprende un viaje en barco desde Nueva York rumbo a Moscú y durante todo el trayecto reunía a un gran número de pasajeros en la proa y se ponía hacer malabares con el diamante.
Lo lanzaba muy alto y mientras danzaba lo capturaba con sus manos, esperaba a que las olas fueran más fuertes para realizar su acto y, de esta manera, lograr que los espectadores sintieran mayor emoción. Sin embargo, un día este famoso bailarín al lanzar nuevamente hacia el cielo su diamante, lo sorprendió de tal forma el oleaje que no pudo capturar su preciado tesoro el cual cayó en la profundidad del mar.
Fue así, como este famoso y millonario bailarín que invirtió su fortuna en la compra de un diamante lo perdió todo en un segundo y regresó a su país de la misma manera en que había salido, sumido en la más profunda pobreza.
Esta historia nos muestra metafóricamente los efectos del año 2020, ya que un día nos levantamos y todo aquello que dábamos por sentado cambió: salud, empleo, familia, amigos.
Todo esto puede acabarse en un instante. Por lo tanto, debemos trabajar arduamente para mantenerlo: creyendo en Dios, valorando la familia y los amigos, respetando los valores morales que dignifican al ser humano.