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Panamá

Cuando las vidas negras no importan...

Cuando las vidas negras no importan...

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viernes 19 de junio de 2020 - 12:00 a.m.
Sharon Pringle Félix
redaccion@elsiglo.com.pa

El efecto dominó que ha reflejado discriminación y racismo comenzó en mayo

Eran las 4:44 p.m. en Panamá, caía la habitual lluvia tardecina de junio, acompañaban las notas de Piero, esas que rezan ‘para el pueblo lo que es del pueblo, porque el pueblo se lo ganó…' amargo contraste encontré al abrir mi teléfono celular y ver un vídeo de un vendedor de pescados en Colón que llega a un grupo de WhatsApp. En la escena en movimiento, un agente policial amenazaba y posteriormente golpeaba al joven afrodescendiente Elías Castillo, quien llevaba su mascarilla y trataba de explicarle, -sin ningún efecto-, algo al agente, mientras hacía un intento desesperado por cuidar los pescados. La gente gritaba, los pescados dieron vueltas como mi impotencia frete a la pantalla. Días atrás Joshua Ashby, un joven músico, también colonense, fue agredido por personal de la empresa, en un lugar de abastecimiento de comestibles de la localidad.

El efecto dominó que ha reflejado un sin número de hechos de discriminación y racismo comenzó en mayo, cuando las rodillas de un policía en un cuello de un afroestadounidense, despertaron la alarma en los dispositivos móviles en los confines de la tierra.

En 2020, además de Floyd, han asesinado a Rayshard Brooks, Ahmaud Arbery y Breonna Taylor. Desde una mirada de los derechos humanos son casos que nos convocan más allá de las fronteras. No son pocas las familias cuyos familiares han migrado hacia los EE.UU., por ello miran con preocupación estos hechos. En marzo de 2019, en el condado de Williamson, Texas, fue asesinato Javier Ambler, de 40 años, hijo de una pareja panameña. Ambler fue perseguido por una infracción de tránsito, y cuando estrelló su auto Honda Pilot, los policías le metieron descargas de taser; aunque él advertía sobre su insuficiencia cardiaca, no podía respirar… La muerte, sigue bajo investigación, con la acusación a la Oficina del Sheriff de no cooperar.

Melva Lowe de Goodin ha escrito libros sobre la presencia afrodescendiente en Panamá, ha sido docente universitaria en África y Estados Unidos y actualmente dirige el Museo Afroantillano en Panamá. Ella no oculta su conmoción ante tales hechos: ‘Desde que vi el video del asesinato de Ahmaud Arbery y recientemente el asesinato de George Floyd, no he dejado de sentir miedo y preocupación por la vida de mi hijo. Él es un hombre negro que reside en los Estados Unidos en una ciudad donde la mayoría son blancos. Él se lleva bien con todo el mundo, pero si sale de su comunidad y pasa por comunidades vecinas donde no lo conocen, su vida puede estar en riesgo como resultado de una reciente ola de asesinatos injustificados en contra de negros.'

Gilberto Anel Pringle Mackay, es mi primo, su corazón latía hasta poderlo sentir en una grabación de WhatsApp. Posee motivos para estarlo, es y se reconoce afrodescendiente, tiene 37 años, y más de 20 años viviendo en EE.UU.. Mientras transcurría la marcha multitudinaria del 30 de mayo de 2020 en Boston, en respuesta al asesinato de Floyd, confesó: ‘En realidad... es difícil de entender, en esta conversación ahorita mismo se hace difícil encontrar palabras para expresar los sentimientos que realmente tengo que decir, de incertidumbre, de inseguridad, de coraje y rencor, no sé cómo explicarlo…'

No es necesario mirar al norte para vivir el racismo y discriminación. En Panamá, país con gran presencia afrodescendiente, el 87% de las personas participantes en una encuesta reciente del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, manifestaron existe discriminación. En nuestro país contamos con la Ley 7 del 14 de febrero 2018 ‘Que adopta medidas para prevenir prohibir y sancionar actos discriminatorios', sin embargo, los casos discriminatorios y racistas son parte de la cotidianidad panameña, han sido naturalizados en la convivencia.

Discriminar, según el Diccionario de la Real Academia Española, es dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc. En tanto, sobre racismo, la Ley 7 lo define como ‘concepción que parte de una superioridad de ciertas razas o raza sobre otras, basándose en una supuesta pureza biológica que debe traducirse en ventajas para la raza superior, o en el reconocimiento para su dominio, sobre otras u otras que son finalmente discriminadas y tratadas indignamente. Es un instrumento para afianzar el poder político y económico de ciertos grupos, que se basa en unas meras características físicas como justificación de una estructura de poder determinada. Se manifiesta en requisitos como tener una buena presencia para acceder a un puesto de trabajo.

El racismo surge asociado a las doctrinas y praxis del régimen de la Alemania de Hitler, se extiende a otras lenguas tras la Segunda Guerra Mundial, en el contexto del exterminio de los judíos-europeos. Las primeras veces que se encuentra es en la obra de la antropóloga R. Benedict ‘Raza y Racismo' (1942). Luego, se asocia a la segregación racial en el sur de EE.UU. y al régimen de Apartheid en Sudáfrica. Desde los años 70, el término sigue en crecimiento conceptual. El movimiento feminista ha hecho un aporte importante al señalar la conexión del racismo con la práctica de dominación, propia del sistema patriarcal.

El racismo hacia la población afroestadounidense, parece haber abierto una olla de presión. Hay otres George Floyd a cientos de kilómetros, son indígenas, afrodescendientes, son humanos. En los últimos días se han dado represiones policiales en Guatemala, República Dominicana, Colombia, México. En el ámbito del derecho humano internacional se le conoce como ‘perfilamiento racial' cuando un agente encargado de hacer cumplir la ley considera sospechosas a las personas por su aspecto, color de su piel, origen étnico o nacional, su religión, y no por su comportamiento. Los casos abundan, el más reciente ocurrió en la provincia de Colón con Elías Castillo, las autoridades lo liberaron aclarando que no había cometido delito alguno.

Existen voces que replican el eco de que las vidas negras importan. Mario Enrique De León, Sociólogo de la Universidad de Panamá, señala que el sueño americano no es más que el desangramiento de los de abajo, que ahora reclaman lo que le han robado. ‘La lucha que ha estallado, el asesinato de George Floyd, es la batalla por la vida, por darle vuelta a esta larga noche de los 500 años, por el derecho a vivir bien, de gozar socialmente de los mismos derechos, de ser iguales ante la justicia, de ser tratados dignamente, por la necesidad de tener un ambiente sano, en fin, por el derecho a vivir en paz', acota.

Panamá no es ajeno a los hechos que pasan en EE.UU., donde la población enfrenta discriminación estructural: mujeres, pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes, personas mayores, jóvenes, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual y de género, esto dificulta el ejercer sus derechos. Este patrón se repite desde la familia y la comunidad hasta la escuela, el trabajo y las instituciones públicas y privadas. La discriminación no ocurre solo en la esfera individual, sino que se configura y hace vida en nuestras relaciones y procesos sociales.

Esta es la analogía de un mundo que sigue respirando a medias, como las últimas palabras de George Floyd y Erick Gardner. En Abya Yala, las muertes de líderes indígenas y afrodescendientes siguen sin recibir justicia, el racismo al que nos enfrentamos es atroz y tiene muchas miradas para la reflexión. Pensar que Panamá es lejano a eso es invisibilizar una realidad, el racismo no tiene fronteras, está enclavado en el sistema de dominación en el que vivimos. Empecemos por reconocerlo y hablar de ello para empujar una respuesta contundente: políticas públicas, más allá de respuestas a coyunturas que se sienten como migajas.

El racismo puede tornarse invisible en Panamá, un país que guarda silencios, sin embargo, se siente, se huele... Eso no quiere decir que, porque se aprende, no se puede desaprender. Podemos desaprender el odio, el temor y el silencio, podemos aprender sobre la liberación africana, sobre la afrodescendencia, más allá del baile y las comidas que también son importantes. Esto demanda que esas políticas públicas se concreten en sectores como el educativo, y que sus miembros se integren a las discusiones actuales sin esperar invitaciones, porque no la necesitan para abrazar ese sueño del Movimiento Afropanameño de que ingrese la historia Afrodescendiente a la currícula de la Educación formal, y así poder leer a escritores como Juan Urriola, Carlos Cubena Guillermo Wilson y Melva Lowe de Goodin y comprender nuestra identidad como un reflejo de la diáspora africana. Nuestres estudiantes tienen derecho a conocer la vida de Rosa Parks quien se negó a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte trasera del autobús (Alabama, 1955), los aportes de Gaspar Octavio Hernández quien salió del arrabal y se convirtió en un gran periodista y poeta; Nelson Mandela, quien cambió la vida de Sudáfrica con un discurso de paz, y Wangari Maathai, científica-comunitaria keniana, primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz (2004) por "su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz".

En Panamá ‘necesitamos' reconocer, aprender y desaprender muchas cosas para poder abrazar ese imaginario de país pluriétnico y pluricultural, que solo es posible percibir con acciones sostenidas en la equidad, donde los discursos deben recordarnos en la cotidianidad que todas las vidas importan. Cuando lleguemos a ese punto, no habrá más guardias de seguridad en almacenes que discriminen a jóvenes como Joshua Ashby, entonces no será necesario que digan dónde trabajan ni dónde estudiaron, porque las vidas negras importarán y eso bastará.

Melva Lowe de Goodin

‘Cuando cosas así sucedían anteriormente las evidencias se manipulaban para dejar impunes a los malhechores, pero hoy en día es más difícil ocultar y manipular evidencias gracias a la nueva tecnología de celulares que pueden grabar y diseminar estos actos antes de que sean reportados a las autoridades de justicia. Mi esperanza es que las ciudades estadounidenses a raíz de estos asesinatos, contribuyan a reformar la conducta de la policía y el sistema judicial de los Estados Unidos, para que los jóvenes y adultos negros no sigan siendo acusados maltratados o asesinados a manos de la policía y delincuentes racistas.'

Gilberto Pringle

‘Es un acontecimiento que ha pasado muchas veces y seguirá pasando y desafortunadamente por ahora no se ve ningún cambio en el horizonte. He tenido conversaciones con los pasieros sobre cómo nos sentimos que estamos pensando, a manera de darle a uno u otro apoyo o una manera de cómo desahogarse y eso ayuda, pero se va a necesitar mucho más hay para entender realmente lo que está pasando y lo que nos seguirá pasando a este país'.

El racismo surge asociado a las doctrinas y praxis del régimen de la Alemania de Hitler, se extiende a otras lenguas tras la Segunda Guerra Mundial
 
REPUDIO

30

de mayo

Se realizó una protesta multitudinaria en Boston, en respuesta al asesinato de Floyd



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