Panamá
El recinto -que se sitúa a orillas del Canal, con una llamativa y colorida construcción que abrió sus puertas en 2014
El Museo de la Biodiversidad, del célebre arquitecto canadiense Frank Gehry, inauguró este miércoles tres nuevas galerías que retratan la riqueza del ecosistema marino y terrestre de Panamá, así como su impacto para la fauna mundial.
El recinto -que se sitúa a orillas del Canal, con una llamativa y colorida construcción que abrió sus puertas en 2014 y está dedicado a la historia natural- cuenta ahora con los pabellones Océanos Divididos, La Red Viviente y Panamá es el Museo.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, que inauguró las nuevas secciones, indicó que el museo conjuga el esfuerzo del Estado y el de la empresa privada que creyó en la cultura y la ciencia. Así como el de la Fundación Amador que se encarga de promover el proyecto.
"Esta hermosa y moderna estructura destaca la importancia de este pequeño istmo que con su surgimiento transformó la conformación de los océanos, el clima, la vegetación y la fauna mundial", declaró el mandatario sobre la singular pinacoteca.
Las autoridades manifestaron que los visitantes podrán apreciar en las salas las riquezas del ecosistema marino y terrestre panameño con el fin de educar sobre la preservación de especies e importancia del surgimiento del istmo para la biodiversidad.
La exposición "Océanos divididos" muestra a través de dos tanques oceánicos y dos peceras que albergan unas 150 especies marinas, entre peces e invertebrados, la historia de uno de los eventos más revolucionarios en la biodiversidad marina: el surgimiento del istmo de Panamá.
Mientras que la muestra "La Red Viviente", se trata de una enorme escultura de 15 de metros de altura, en la que se expone la inmensa biodiversidad que posee el bosque húmedo tropical de la Isla de Barro Colorado, utilizada actualmente como un centro de estudios por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.
Finalmente, la galería "Panamá es el museo" es un espacio que combina sensores de movimientos y pantallas táctiles para llevar al visitante a descubrir la relación entre la diversidad biológica con la diversidad cultural panameña.
Además, en el acto protocolario Varela destacó la labor realizada por el doctor Rodrigo Eisenman, de la Fundación Amador, a quien le entregó la Orden Belisario Porras, en el Grado de Gran Oficial.
"Eisenman, con trabajo y dedicación imprimió la mística necesaria para que hoy los panameños podamos contar con este museo de primer mundo, en un lugar privilegiado, diseñado por uno de los arquitectos más famosos del mundo, que es un orgullo para el país", resaltó el jefe de Estado.
Entre tanto, el presidente de la Fundación Amador, Juan Fábrega Roux, señaló que las nuevas galerías que componen el Biomuseo buscan mostrar a Panamá como una fuente inagotable de lugares por descubrir y la importancia de protegerlos, a la vez de mostrar al visitante la delicada red que es la naturaleza y el riesgo que esta se encuentra.
El Biomuseo, un proyecto impulsado por la Fundación Amador y con el apoyo científico del Instituto Smithsonian y de la Universidad de Panamá, tuvo un costo de más de 94 millones de dólares.
Con unos 4.000 metros cuadrados, el edificio alberga ocho galerías de exhibición permanente diseñadas por Bruce Mau Design. Las exhibiciones son Vitrina de la Biodiversidad, Panamarama, El Puente Surge, El Gran Intercambio y La Huella Humana, a las que se suman las tres nuevas.
También la infraestructura cultural cuenta con un atrio público, un recinto para exhibiciones temporales, tienda, cafetería y exposiciones exteriores múltiples localizadas en un parque botánico.