Publicidad

Panamá

Barbarie y muerte de los capitanes de Pedrarias Dávila en Natá. II Parte

Barbarie y muerte de los capitanes de Pedrarias Dávila en Natá. II Parte

viernes 13 de septiembre de 2019 - 12:00 a.m.
Rommel Escarreola Palacios
redaccion@elsiglo.com.pa

Pasado ese incidente del ataque a la población llegó al aposento de Espinosa el cacique Natá. Y afirma Espinosa

Los capitanes de Pedrarias recorrieron el interior leyéndoles a los indígenas el Requerimiento y robando todo el oro, perlas y alimentos posibles. Gaspar de Espinosa, el principal de estos capitanes, había llegado a la provincia de Cherú y partió luego en marcha forzada con sus capitanes y llegaron de noche a Natá. Escribe Espinosa lo siguiente: ‘Tomamos hasta cien animas poco más o menos y hasta mil quinientos pesos en oro…' Natá se constituía en esa época en una pujante población con su propia organización política y social indígena. Con leyes y una jerarquía social determinada que asombró a los españoles. Y prosigue Espinosa en su narración que: ‘Eran tantos bohíos que había que creo que no hubo nadie que no se espantase y tuviese temor de ver tan gran población. Hallándose allí infinito maíz y tantos venados que los que vimos los apreciamos en trescientos venados, infinito pescado asado y muchas ansares y pavas y jaulas y toda comida de indios en mucha gran abundancia. Hice luego recoger maíz en el real, de manera que tuviese allí la hueste todo lo que hubiésemos menester por cuatro meses'. Con el fin de salvaguardar la investidura de representante de Pedrarias Dávila realizó, según Espinosa, sus acciones en santa paz y la lectura del Requerimiento. Instrumento de disgusto, opresión y exterminio de la población indígena.

En sus llamados de Espinosa siempre les mencionaba que tenían que ser vasallos del Rey y con ello exhibe la más cruel página de la historia de Panamá al afirmar que: ‘Di licencia a los capitanes y compañeros para que fueran a ranchear y hacer guerra a fuego y a sangre al dicho cacique y a su gente según que más claramente por lo procesado parecerá. La cual se le dio tan cruda y tanta prisa y se le tomó tanta gente que un día como yo tenía costumbre de la gente que se traía de cada cabalgada o de las más de ellas enviarlo a llamar (se refiere al cacique) …que fui yo en persona a hacer en la cual tomamos sus mujeres e hijos y otra mucha gente hasta setecientos ochenta pesos de oro y dicho cacique se nos salvó por muy gran ventura'.

Pasado ese incidente del ataque a la población llegó al aposento de Espinosa el cacique Natá. Y afirma Espinosa que ‘parecía que venía un hombre desesperado' y luego agrega que él le hizo mucha honra, claro es natural la expresión del indígena, luego de ser asolado y diezmado. Y le exigía que le diera dos habas de oro. Entre discurso y apelaciones del cacique. Los españoles determinaron que para cubrir su salida y retaguardia. Tenían que tener a buen recaudo al cacique Natá. Así lo escribió Espinosa ‘llevándolo con nosotros adelante teníamos seguras las espaldas'. Convirtieron al cacique en un rehén luego de saquear la población de Natà. El ardid consistió en usarlo de protector tal como lo hizo Hernán Cortes en México.

La táctica segura y práctica para atraer los indígenas consistía en un llamado apelando al Requerimiento. Lo cual se tornaron en acciones represivas que utilizaron los capitanes entre ellos, Diego de Altivez, con la intención de hacer la supuesta paz. Para ello permitieron la entrada al campamento de los españoles solo de día a sembrar maíz y le permitían traer cangrejos y pescado. Al violar esta disposición que consistía en no entrar en la noche los ‘ahorcarían'.

En la Relación al informe a Pedrarias se refieren también Espinosa a la presencia de los capitanes Diego de Alvitez y Pedro Gamez. Estos actuaron en el intento de atraer al cacique Paris. El plan fue un rotundo fracaso los indígenas que habían vivido la experiencia del capitán Badajoz y su derrota ante los indígenas se negaron a entrar en conversaciones con los españoles. Ante la gresca y escabullida de los indígenas conocedores del territorio.

Las ansias de oro y perlas les llevaron a la decisión a los capitanes Pablo Mexia, Diego de Alvitez Pedro de Gamez de realizar una nueva asolada. Y sin dilación o espanto determinaron, según Espinosa, lo siguiente: ‘acordamos ir a las provincias del cacique Paris y hacerle la guerra y a atraerlos a paz y al servicio de Sus Altezas, si fuese posible tomar y cobrar el oro y esclavos'. En este contexto de guerra a muerte se gestionó la conquista y colonización de Panamá. Las rebeliones fueron desarmadas por los cañones y arcabuces. Con la ventaja de que los españoles habían capturado a los caciques Cherù, Escoria.

Escribe Espinosa lo siguiente: ‘Tomamos hasta cien animas poco más o menos y hasta mil quinientos pesos en oro…' Natá se constituía en esa época en una pujante población con su propia organización política y social indígena.
 


Te recomendamos ver

comments powered by Disqus
Publicidad
Últimos Videos
Publicidad

Lotería

domingo 10 de marzo de 2024

  • 4585 1er Premio
  • BACB Letras
  • 7 Serie
  • 13 Folio
  • 0555 2do Premio
  • 7784 3er Premio
Publicidad
Change privacy settings