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Panamá

El asalto de los Contreras, I parte

El asalto de los Contreras, I parte

viernes 11 de octubre de 2019 - 12:00 a.m.
Rommel Escarreola Palacios
redaccion@elsiglo.com.pa

nietos de Pedrarias Dávila, a Panamá la Vieja en 1550

El fundador de la ciudad de Panamá, Pedrarias Dávila, luego de pasar sus años reclutando indígenas para esclavizarlos y obtener oro, se dirigió a Nicaragua, donde fue gobernador desde 1528 hasta 1535. Su hija, María de Peñalosa, quien había sido la prometida de Vasco Nuñez de Balboa, quien no la desposó porque su suegro Pedrarias lo mandó a decapitar en Acla, había olvidado el fallido amor de Balboa. Ella se casó con Rodrigo de Contreras, quien fue nombrado gobernador de Nicaragua. Los dos hijos de Rodrigo y nietos de Pedrarias, Hernando y Pedro Contreras, al encontrarse al borde de la quiebra de sus finanzas, decidieron recobrar su antiguo poder y abolengo.

La decisión de los hermanos Contreras fue aliarse con Juan Bermejo, quien había sido expulsado del Perú y residía ahora en Nicaragua. Los tres acordaron declarar a Hernando Contreras, gobernador del Perú, en representación de su fallecido abuelo Pedrarias. Argumento que, en realidad, era falso debido a que su abuelo jamás había recibido algún poder sobre esas tierras. La única persona de mayor poder, que se oponía a las ambiciones desmedidas de los hermanos Contreras, era el obispo Valdivieso, por lo que decidieron -según Hubert H. Braneroft- asaltar su casa (del obispo Valdivieso). Hernando Contreras le enteró la daga en el pecho al obispo. Luego saquearon las cajas donde estaban las joyas y el oro. Mandaron un mensajero donde Bermejo y se dirigieron a León y ‘saquearon el cofre real se repartieron el contenido entre todos ellos'. (Hubert, p 188) Saliendo a la plaza pública declararon a Hernando Contreras ‘Capitán General de la Libertad'.

Con el fin de desarmar a la oposición, un grupo de los rebeldes se dirigió a Nicoya y se hizo del poder de barcos y reforzar su ejército. Hernando Contreras se encaminó hacia El Relejo para reclutar más subversivos. También Bermejo trazó su estrategia y en Granada se apodero de las embarcaciones en el lago de Nicaragua y las inutilizó. Luego de cumplir sus objetivos, se embarcaron hacia la toma de la ciudad de Panamá.

Esta historia es la más elocuente y sangrienta lucha del poder en la colonia por parte de los familiares de Pedrarias, inspirados por recuperar sus perdidos privilegios. En este sentido, su éxito se cifraba en declarar a Hernando Contreras, monarca del Perú. Y, además, su gloria estaba cifrada, igualmente, en saquear las riquezas de aquellos antiguos colonizadores que no ofrecían capacidad militar para combatir, unido a la destrucción de las cosechas para impedir el aprovisionamiento de alimentación por tropas enviadas de España.

La rebelión de los nietos de Pedrarias empezó en Nicaragua con asesinatos y robos, y culmina en la ciudad de Panamá con encarnizados combates. El 12 de marzo de 1550 para evitar más robos por los hermanos Contreras, salió Pedro de la Gasca de Nicaragua con un tesoro hacia Panamá, valorado en 11 once millones de castellanos, intentando trasladarlo a España. Según Sosa, los insurgentes de Contreras desembarcaron el 22 de abril (p. 121) y Hubert señala que fue al anochecer el 20 de abril. desembarcaron en dos fragatas en el puerto de Ancón con el fin de tomarse el tesoro que llegaba del Perú. Mientras tanto, Pedro de la Gasca en compañía del gobernador de Panamá, Sancho de Clavijo, huían con el tesoro hacia Nombre de Dios.

Gasca realizó la proeza de enviar un cargamento de mil doscientas mulas hasta Cruces cargadas de oro y plata con hombres ‘casados holgazanes y gente que antes huía de causar desasosiego' (Herrera cap. 1). En una carta de Gasca encontramos la referencia que el ‘Gobernador había decidido no dejar en el istmo a nadie que no fuera colono o comerciante, o que no fuera por ganarse su sustento con su propio trabajo'. (Gasca, cartas, Col. Doc. Inèd., 1.11) Situación sorprendente, ya que, en tal caso, el Gasca había prevenido una masacre de grandes proporciones donde intuía una posible derrota de fuerzas a su mando por desconocer el posible potencial represivo de los insurgentes dirigidos por los nietos de Pedrarias.

Los hermanos Contreras llegaron a la ciudad de Panamá en forma de tropa de choque y gritando: ‘Viva Hernando de Contreras' y según Sosa (p. 122) ‘se echaron a las calles de la ciudad, ultrajando a los vecinos, saqueando y robando en las casas, y en busca de las autoridades, a algunas de las cuales aprisionaron sometiéndolos a dolorosos tormentos para que declarasen donde se encontraba el Licenciado de la Gasca y el gobernador y en el lugar donde se hallaba depositado el tesoro.'

Los insurgentes ejecutaron toda clase de desmanes en contra de los vecinos de la ciudad de Panamá. En acción de bandoleros, la casa del gobernador fue rodeada al estilo del asalto a la casa del Obispo Valdivieso en Nicaragua. Así, empezó el ataque de los Contreras a la ciudad fundada por su abuelo Pedrarias.



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