Panamá
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En el pueblo reside el poder, de manera que no tenemos que volver a reelegirlos.
En palabras del poeta y galardonado escritor nicaragüense, Rubén Darío, la política no tiene corazón ni sentimientos pero sí tiene vientre; en contraposición hoy una mayoría de panameños tienen cifradas sus esperanzas en que Panamá se convierta en un país de oportunidades para todos, otros ven lejano ese deseo ciudadano.
Lo inmoral
Tal es el caso de Raimunda Domínguez residente en una comunidad del distrito de Chame, en la provincia de Panamá Oeste, quien asegura haber visto en 2013 a un candidato a [hoy diputado] con una paca de dinero en sus manos, recorrer el poblado, sin el mínimo escrúpulo y repartirlo de cinco en cinco dólares a quienes se encontraba en su camino.
‘Ahí lo vi caminando por Sorá, Bejuco y todo el pueblo repartiendo cinco dólares a la gente, a mí me ofreció pero yo estaba con mi niña que se estaba graduando y le respondí: no sea tan sinvergüenza', afirmó Raimunda aún conmocionada.
El anterior es solo un ejemplo de lo que ocurre cada vez que hay un torneo electoral.
¿Qué le queda al ciudadano?
‘Son evidentes actos de corrupción ejecutados frente a la indiferencia ciudadana e incluso con su complicidad generalizada en perjuicio de las mayorías que impactan en contra del desarrollo del país', es el planteamiento de la exprocuradora General de la Nación, Ana Belfon.
La exfuncionaria admitió que tenemos que dejarnos de palabrerías porque en el pueblo reside el poder, de manera que no tenemos que volver a reelegirlos , si nos unimos todos al unísono para no votar por los mismos.
‘Exigir que los órganos de control funcionen para que respondan por su latrocinio y despojo de la cosa pública. El país está en estado deplorable donde las mínimas condiciones básicas del panameño se encuentran en crisis: educación, agua, luz, basura, alimentos, salud, trabajo, seguridad, carreteras, puentes, todo está en el abandono', asintió Belfon.
Finalmente dijo que ‘no existen líderes a seguir por su ejemplo de vida, por ello existe una ausencia de valores y una gran desesperanza y, esa condición es peligrosa porque un ser humano sin esperanza es capaz de todo'.
Para la académica jurista, Julia Sáez, el problema escapa de las manos del ámbito legal y entra al de los valores del individuo como ser humano.
‘Aquí entra el ámbito de la conciencia del ciudadano, de cuál es la forma de proceder de una persona y, entra la pregunta: ¿ese ciudadano panameño se conduce en atención a los valores? Si soy una mujer que mi conducta como madre, como esposa y profesional, es entorno a los valores, no voy a permitir que ningún político compre mi voto y voy a emitir un voto a conciencia'.
Concluyó que para lograr este objetivo como ciudadano voy a escuchar el programa que tiene esa figura política y a estudiar cuál es la salud social [imagen y valores que refleja en la sociedad] que tiene.
Por su parte, el exdiputado panameñista José Antonio Domínguez sostiene que mientras los ciudadanos sigamos eligiendo a los diputados por circuito, vamos a tener la misma clase de gente que hoy está en la Asamblea.
‘Si quieres tener gente mejor preparada, donde la participación de la mayoría sirva para escoger a buenos, verdaderos y preparados candidatos, tenemos que cambiar la Constitución para que sean electos provincialmente y de esa manera no se va a colar ‘garulilla' y gente tan indeseable como la que tenemos en la Asamblea'.
Civismo
Como pueblo no estamos conscientes del poder que tenemos si nos unimos por nuestros derechos, hijos y generación.