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Panamá

La alegría de una familia de acogida

La alegría de una familia de acogida

lunes 21 de enero de 2019 - 4:04 p.m.
Redacción Digital El Siglo
online@elsiglo.com.pa

Este es el entusiasmo de la familia Magallón, una familia de acogida, que vive el placer

Dos años que parecían eternos para la familia Magallón están a punto de hacerse realidad. Todo empezó un 3 de julio del 2016, cuando en la Papa Francisco anunció desde el Campus Misericordia de Cracovia, Polonia, que el país elegido para la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) sería Panamá.

Miles de panameños celebraban la gran noticia, lágrimas corrían de felicidad, campanas de las iglesias sonaban y jóvenes gritaban de alegría.

De una u otra manera esta familia quería formar parte de tan majestuoso evento. ¿Por qué no acogemos peregrinos? fue la pregunta que dio paso a esta experiencia, y con un ¡sí! respondieron todos.

Es 20 de enero del 2019, y el ánimo que se respira en este hogar es único, es impresionante lo que se puede vivir allí, se respira ilusión en cada rincón, persona que llega se le comparte sobre la JMJ, limpiar y ordenar la casa dejó de ser algo tedioso por un día, lo único que importa es recibir a los peregrinos de la mejor manera.

La abuela Leticia Zerna sentada desde el sillón desgastado de su sala prende la televisión para escuchar información sobre los preparativos del evento que se aproxima, mientras tanto, Samuel (el más joven de la casa) se encuentra pintando su cuarto y sacudiendo un poco el polvo “¿dónde los podemos llevar a pasear?, ¡debemos llevarlos a ver la ciudad de noche!”, exclama con voz dulce desde su aposento.

Llega la noche y no cabe la emoción y las miradas de júbilo en los Magallones, Nancy y Marlene discuten sobre como recibir a estos 3 peregrinos costarricenses que llegaran el día siguiente a la Iglesia San Nicolás de Bari en Arraiján. “Mi familia crecerá con la JMJ” mencionaba la señora Marlene, hasta su mascota llamada “Mía” movía su cola al escuchar la voz de emoción al hablar sobre este tema.

“Es abrirle las puertas a Jesús, es el querer vivir esta experiencia que sienten los jóvenes ya que vendrán contando lo que vivirán día a día en la jornada” expresó la señora Nancy con ojos brillosos, espejo de su alma. Los preparativos para sus recibimientos estaban ya casi preparados, la familia ya estaba lista para dormir, luego de un día tan ajetreado, ellos descansarían con un corazón contento y ansioso ya que solo faltan horas para la llegada de estos nuevos hijos temporales.

Y como los Magallón, se encuentran muchos hogares panameños, en donde lo importante no se trata de lo lujos que puede llegar a ser una casa, sino el calor de familia y la emoción que brota de corazones dispuestos ha acoger a estos extranjeros que llegan a un país tal vez desconocido para ellos, en donde la labor de la familia que dejan en su país natal pasa a ser la labor de una familia panameña.

Este es el entusiasmo de la familia Magallón, una familia de acogida, que vive el placer  y la experiencia de poder hospedar a 3 jóvenes de Costa Rica en su humilde hogar en Cruz de Oro, Arraiján cabecera.

Por: Nicole Moreno



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