Opinión
Lo que sucede en Panamá, la dispersión de los ciudadanos serios, honrados y humanistas se pierde ante la indiferencia
Como arriera sin pestañas camino en la oscuridad, buscando mis amigos; a mis hermanos tratando de encontrar. Sólo, triste y abandonado escribo al viento y hasta en los océanos. No encuentro huella de patriotas que defiendan mi desprotegida Patria, idolatrada por poetas, artistas y ciudadanos comunes, porque los otros generalmente se guardan mezquinos intereses.
Lo que sucede en Panamá, la dispersión de los ciudadanos serios, honrados y humanistas se pierde ante la indiferencia cuando de luchar contra bandoleros, rufianes y corruptos, arropados en el ropaje de políticos, se hacen de los haberes de la Patria.
Situación que me hace recordar al Pastor protestante alemán Martin Niemoeller (1892-1984) cuando escribió este poema alusivo al poco importa y falta de interés de la ciudadanía, especialmente los intelectuales.
‘Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista./Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata./Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista./Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío./Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.'
Situación que se repite en cada grupo, en cada pueblo con necesidades (agua, caminos, medicinas, alimentos, etc.) y en las diferentes organizaciones. Surge entonces el pensamiento de este poeta cuando manifiesto mi pensar y en restringido llanto expreso:
Mi alma sangra cuando observo el firmamento sombrío que como eclipse total cubre mi idolatrada patria, esa que destruyen en cada pensamiento traicionero, aplaudiendo al bucanero, al corsario o el bribón, de esos que con mentiras y traición nos hablan de nacionalismo cuando están vendiendo el istmo, como siempre al mejor postor.
Duele sentir el silencio de tantos patriotas que por sentencia del injusto tienen que pedir perdón, inclinando su cuerpo y hasta de hinojos, como quien venera al Creador.
Sucumbir con cobardía ante el corrupto impropio, políticos trogloditas, te hacen cómplice de su riqueza clandestina. Dios te salve, Panamá.
ECONOMISTA, EDUCADOR, HUMANISTA