Opinión
Si no hay esa disposición personal, pronto veremos aparecer ‘Colegios de Abogados' de todos los sabores y colores
En todo torneo electoral, surge un solo ganador, que si necesitó de muchas habilidades para obtener el voto mayoritario, necesita luego capacidades para concertar con los grupos que le adversaron. Las pasadas elecciones del CNA, enfrentaron a Santander, Dinicio, Araùz y a Corvetti, profesionales del derecho con hojas de trayectoria gremial inobjetables, Y el triunfo se lo llevó Dionisio.
Hay impugnaciones contra la proclamación del ganador, pendientes de resolver, y cuya decisión final, ojalá no termine por enturbiar más las aguas. El tono de los mensajes que se intercambian en las redes sociales, amenaza con encrespar peligrosamente el frágil ambiente de tolerancia gremial existente, por lo que llamo a todos a asumir comportamientos acordes con presumida nuestra estatura moral y académica.
Adversamos a Dionisio y apoyamos a Araúz, pero una vez conocido el resultado, dos son las opciones a asumir: la indiferencia absoluta en espera de los comicios internos del 2019, o la crítica de altura a la nueva Junta Directiva, con ánimo constructivo.
Los problemas de la administración de justicia debemos afrontarnos, en favor de la institucionalidad democrática, y de la lucha reivindicativa a favor de los miles de abogados que con todo en contra, luchan por llevar el pan a sus familias.
A diferencia de otros organizamos profesionales, el gremio abogadil no se caracteriza por generar reacciones sólidas ni contundentes. Si hay alguien a quien perjudican esos ataques, es al poco interés y entusiasmo renovador que en muchos jóvenes abogados, despierta la nueva Directiva.
Dentro del vendaval, tenemos que visualizar ese horizonte lleno de retos y serios desafíos, que únicamente podremos enfrentar ‘JUNTOS Y EN UNIDAD', sin sacrificar nuestras identidades. Es la esencia de la democracia representativa, que los perdedores reconozcan al triunfador, así sea con los ojos llenos de lágrimas por el dolor de la derrota, y que el vencedor, se despoje de esos sentimientos de victorioso, que le impidan crear puentes de comunicación con ‘todos y todos'.
Si no hay esa disposición personal, pronto veremos aparecer ‘Colegios de Abogados' de todos los sabores y colores, que sólo moverán las aguas, hacia el molino de sus conveniencias individuales.
Abogado