Opinión
Contra las Cuerdas de El Siglo del 8 de octubre del 2019
Los golpes le siguen entrando clarito en el rostro y en la zona media a Koyac. Ya tiene los pómulos hinchados por tanto nudillo, le han robado por completo la iniciativa y Pablo pueblo se siente, cada día que pasa, más indefenso.
Resulta que la cuadra del mal para nada le teme a Koyac, todo lo contrario, desde que recibió el cinturón lo han desafiado y son muchos los panas que ya se han ido a la lona.
La cuadra del mal está desatada y los tongos al parecer se están quedando sin respuestas, la afición reclama mayor empuje a Koyac el tricolor, que como hemos venido diciendo creía tener en sus puños la fórmula para salir adelante en este duro combate, en el que por el momento sigue abajo en las tarjetas de los jueces.
Si las cosas continúan así, Pablo pueblo no va a querer ni salir de su casa, por miedo a quedar fuera de combate en las primeras de cambio. Un parroquiano, desde la zona de butacas, comentó que Koyac no le ha encontrado la vuelta al pleito.
Algo tendrá que hacer este trompadachín que debe estar pensando como se metió en este enredo. Ahora deberá demostrar.