Opinión
Cada día que pasa, el pueblo está más cansado de los viejos y nuevos escándalos que sacuden a nuestra sociedad.
Cada día que pasa, el pueblo está más cansado de los viejos y nuevos escándalos que sacuden a nuestra sociedad. Y al cansancio y la rabia se une la impotencia de nosotros mismos por cambiar la situación. Nos hemos despertado de ese sueño mentiroso de que aquí no pasaba nada, que todos éramos buenos y honrados. Una sociedad pequeña donde todos nos conocíamos.
Solo ayer, en 1960, Panamá celebraba SU MILLÓN de habitantes. Han pasado 56 años, y hoy somos MÁS DE 4 MILLONES, de los cuales, sin lugar a dudas, UN MILLÓN Y MEDIO llegaron en los últimos años por la ampliación del Canal y las megaobras millonarias. Ya casi que no nos conocemos.
Pero así como ha crecido la población propia y extraña, también crecieron los problemas del pueblo panameño, que a tropezones, trata de abrirse paso en el metro-tren, en el metrobús, en los hospitales, en las escuelas, en los centros de trabajo, en las calles de nuestro Panamá. El desempleo crece y unos dicen que se debe a que los panameños no les gusta trabajar y otros dicen, que los panameños no estamos capacitados para laborar con eficiencia. El disgusto se acentúa y el panameño sigue su camino, masticando con rabia su desesperación e impotencia.
A esta realidad cruda y que no se puede ocultar, surgen los escándalos de los robos del dinero del pueblo panameño, que han administrado los distintos gobiernos. Somos sin lugar a dudas un gran país de CONGOS. Nos dejamos robar en nuestras propias narices. La gente impactada por las noticias de adentro y de afuera, está paralizada, confundida. Nunca se había robado tanto. Y nunca hubo tanta hipocresía, complicidad y participación de ricos gobernantes y empresarios de uno y otro bando político, con tanta hambre de riquezas. Para rematar, nunca habíamos visto tantos panameños detrás de las migajas del Gobierno y de los políticos con el cuento de ‘qué hay pa'mí'.
Los panameños necesitan nuevos rumbos. Atreverse a caminar y a luchar aunque las calles estén enlodadas. Ese es el reto de hoy…
Exembajador de Panamá en Nicaragua y Brasil