Opinión
Contra las Cuerdas de El Siglo del 3 de octubre del 2022
Los hay de todos los tamaños y en cualquier parte del país. Es más, hasta suena natural decir que estamos esperando un pirata. La Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre sabe los puntos de zarpe y también conoce bien de los abusos que comenten gracias a que están fuera del sistema de regulación nacional. Pero es una relación un tanto amorosa, tu sigues en lo tuyo y yo me ocupo de lo mío. Y así los piratas han tomado fuerza y hasta se han rebautizado de una forma.
Pero a la hora de la hora, siguen siendo piratas porque cobran lo que quieren sin que ese pasaje haya sido sometido a consulta alguna. Cuando ocurren los accidentes, quien termina perdiendo es el pasajero porque es altamente probable que ese vehículo no tenga seguro para pasajeros, ya que recordemos que son piratas.
Quienes los usan, aseguran que lo hacen porque el otro modelo es lento y todo lo demás, olvidando el riesgo para sus vidas que acarrea trasladarse en esos carros. Ante este escenario, la ATTT se ha acordado de ellos y abrió un tiempo para el diálogo. Que esa mesa logre un mínimo de requisitos para los piratas, debe ser el objetivo.