Opinión
El MEDUCA permite que cada religión o país venga a imponer sus costumbres en Panamá
El Ministerio de Educación de Panamá (MEDUCA), mediante la circular No. DGE - 124-008 del pasado 27 de febrero de 2018, que rubrica el director general de Educación, Miguel Bazán, autoriza que estudiantes musulmanas utilicen el hiyab o velo islámico.
Esta situación, independientemente los argumentos o razones que pueda esgrimir el MEDUCA, atenta, una vez más con nuestra nacionalidad y los derechos de nuestras etnias, que son autóctonas y que nunca se les ha permitido utilizar sus atuendos.
Si el MEDUCA permite que cada religión o país venga a imponer sus costumbres en Panamá, desapareceremos como nación y nos convertiremos en extranjeros en nuestra tierra.
Quizás, producto de la situación política y económica que atraviesa el país, nuestra población está adormecida, y los abogados no se han percatado del grave problema que esto pudiera acarrearnos.
En primera instancia viola el artículo 19 de nuestra Carta Magna, porque crea fueros y privilegios. Esta condición no se ha permitido a nuestro aborígenes y negros panameños. En Panamá, según la Constitución, todos somos iguales en consecuencia no es posible permitir diferencias entre unos y otros, menos cuando existe una reglamentación y en este caso es el uso del uniforme.
Por otra parte, el cubrirse el rostro, inclusive en Estados Unidos fue prohibido porque impide ver el rostro de la persona, situación que ‘promueve el terrorismo pasivo', según un artículo académico del Pentágono.
Este tipo de permisibilidad relaja la norma establecida y mal pudiera exigírsele a otros cumplir con la misma. También permitiría que otras religiones o extranjeros exijan, como en efecto ya lo han hecho, derechos que son propios de los panameños.
Si cada director de instituciones como MEDUCA, Migración, etc., hace cambios estructurales para complacer otras ideologías, culturas, estereotipos o intereses, ¿dónde queda el respeto y cumplimento a nuestra Constitución y leyes?
Una razón más para que los diputados cambien, de una vez por todas, el lema del escudo y podamos decir ‘Beneficios pro Panamá', ‘Al beneficio de los Istmeños', o algo parecido.
Imposible que cada quién, con ideas estrambóticas, intente de un plumazo cambiar nuestras costumbres y nacionalidad. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.