Opinión
Queremos que dejen el clientelismo, el populismo y el electorelismo a un lado, y cese la impunidad ante la corrupción
El mundo despunta nuevos escenarios: Brasil y Venezuela no saben qué hacer con Roussef y Maduro, Perú ve venir ‘la hora gris' con la hija del dictador Fujimori y Colombia aspira a la paz. En Estados Unidos de América se preguntan qué harán con Donald Trump, mientras en Europa el terrorismo y las masivas migraciones desbordan las capacidades de diversos Estados europeos. Sin contar África y Asia dónde el despertar de masivas poblaciones trae más interrogantes que respuestas.
Dentro del escenario mundial de altas y bajas, Panamá ha entrado por la puerta ancha, pero traída por los pelos por las sociedades offshores que, sin ser monopolio de nuestro país, han pasado meteóricamente a ser la marca de país. Y de qué manera…
En ausencia de una movilización popular y la abulia e indolencia de las mayorías, que se autodenominan ‘fuerzas democráticas', tras el atraco organizado por la empresa criminal de Martinelli y Asociados, la población panameña es ahora sometida a la manipulación mediática –externa e interna– que la ha sumido en una parálisis cívica que urge estremecer y desmantelar.
Se impone, aunque unos cuantos no lo desean así para poder seguir en sus prácticas antinacionales, antipopulares y antidemocráticas, cuales piratas modernos, una urgente regeneración para no hablar del ‘revolcón' postergado de nuestra voluntad y actuación ciudadana.
Ha llegado el momento de recuperar nuestra dignidad nacional, de empinarnos por encima de los ‘juega vivo' que controlan la vida económica, política y social, de la putrefacta partidocracia que vive del poder excluyendo la ciudadanía, de los que han mancillado el nombre de la Patria para acrecentar sus fortunas a costa de la ‘sangre, sudor y lágrimas' de un pueblo noble e ingenuo.
Un nuevo amanecer como República pero, eso sí, con transparencia, decididos a sancionar a los que han dado una reputación de delincuente a nuestro país. No basta el ‘intercambio automático de información de forma bilateral'. Lo que se quiere es que dejen el clientelismo, el populismo y el electorelismo a un lado, y cese la impunidad ante la corrupción.
*Constitucionalista y catedrático universitario