Opinión
Esta semana nos sorprendió la noticia que una empresa que tiene más de 50 años de estar en nuestro país
Uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de las riquezas en el mundo es Panamá; con infraestructura ‘envidiable' y gran crecimiento, pero con serios problemas en educación, salud, seguridad y alto costo de vida.
Si a todo lo arriba enunciado, agregamos los escándalos de corrupción con empresas íconos en América Latina, se pone en riesgo la estabilidad de la región.
Esta semana nos sorprendió la noticia que una empresa que tiene más de 50 años de estar en nuestro país, la Nestlé, daba por terminada la compra de leche grado C (16 mil litros por semana a los productores de Veraguas). La misma, utilizada para hacer leche evaporada y condensada.
Según los voceros de la trasnacional, no le era rentable, ya que, importando el producto, llegaba al consumidor a 80-90 centavos; y que, comprándola aquí, la vendían a 1.10 balboa.
La reacción no tardó en llegar, los pequeños productores de Azuero (más de 400) que producen 27 millones de litros al año, se preguntan ¿qué pasará con ellos?
Recordemos que, debido a las consecuencias del cambio climático, el Gobierno está apoyando con un pequeño subsidio de 8 centavos. El productor recibe 38 centavos por litro, por el enorme trabajo que realiza.
En Panamá el 37% de la población reside en las areas rurales y su sustento, depende de la labor que realiza en el sector agropecuario.
Esta decisión es un duro golpe para los ganaderos, que no le piden empleo al Gobierno; y ofrecen oportunidades para seguir produciendo, creando plazas de trabajo.
Tenemos que romper el círculo que impide dar mayor rentabilidad, prover alimentos de la canasta básica familiar; donde la equidad y la inclusión social sean parte de la agenda de Estado.
Nos sorprende la posición de una empresa que ha crecido con este país y esperamos una respuesta creíble, por parte de sus representantes; ¿quiénes son los que están en la importación de productos en perjucio de nuestros productores nacionales?
Y ahora, ¿cuál es la política de Estado y cuál es la ruta a seguir?
Excandidata presidencial