Opinión
Hacemos un llamado a quienes toman las decisiones del gobierno para que atiendan las justas aspiraciones
Parodiando el título de una de las obras clásicas de Gabriel García Márquez: ‘El coronel no tiene quien le escriba', los jubilados y pensionados se han pasado en los últimos años enviando notas a los máximos representantes de los Órganos Ejecutivo y Legislativo, así como a los directivos de la Caja de Seguro Social, solicitando ajustes en las pensiones, medicamentos y mejor atención médica; sin embargo, nadie brinda una respuesta efectiva a sus justas aspiraciones.
El alto costo de los productos de la canasta básica de alimentos, medicamentos o de otros servicios como: energía eléctrica, agua y telecomunicaciones están asfixiando al jubilado y pensionado panameño que, en su mayoría, devengan salarios paupérrimos situándolos en el mapa de pobreza multidimensional del país.
Un informe presentado por la CSS ante la mesa temática del Diálogo Nacional Por la Caja (DNC), señala que al 2020, el 54% de las pensiones oscilaba entre $200 y $500 al mes; mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), reseña que, en diciembre de 2021, la Canasta Básica de Alimentos se situaba en unos B/. 317.71 balboas.
La pregunta que salta a la vista es: ¿cómo hace una persona que devenga un salario de 200 a 500 dólares mensuales, para subsistir?
Hacemos un llamado a quienes toman las decisiones del gobierno para que atiendan las justas aspiraciones de un sector que ha contribuido significativamente al desarrollo integral del país y que ha sido sentenciado a vivir históricamente la más vil de las condenas: el olvido…
PERIODISTA, ESCRITOR, CATEDRÁTICO EN UP.