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Opinión

¡Importantes, pero no urgentes!

¡Importantes, pero no urgentes!

sábado 25 de enero de 2020 - 12:00 a.m.
Juan Manuel Castulovich
juanmanuel.castulovich@gmail.com

Las reformas constitucionales son objeto de la atención de la ciudadanía.

Las reformas constitucionales son objeto de la atención de la ciudadanía desde que, en la antesala de las elecciones del 2009, los candidatos presidenciales hicieron promesas, especialmente el Sr. Martinelli, de promover, sin precisar cuáles, los que llamó ‘los cambios necesarios' a la Constitución Política.

Durante su mandato fue creada la que se conoció como ‘la comisión de los notables' que elaboró un minucioso y extenso proyecto de reformas, que duplicaba en extensión el articulado de la constitución vigente, de indudables méritos, pero que su propio impulsor decidió desechar.

En la siguiente campaña electoral, el señor Varela, fue más específico que su predecesor y prometió que, una vez fuera elegido, convocaría a una asamblea constituyente paralela, prevista en la Constitución, en su artículo 314. La promesa fue, primero, pospuesta y, después, definitivamente abandonada y cuando en las postrimerías de su mandato se especuló sobre la posible utilización del método de las dos asambleas sucesivas, para aprobar reformas constitucionales, la respuesta fue negativa.

Durante la última campaña, como era de esperar, el tema de las reformas fue uno muy importante y todos los candidatos, sin excepciones, presentaron sus propuestas para abordarlo. Pero también durante el proceso electoral y después de que este arrojó sus resultados, hubo un ganador y comenzó a ejercer su mandato el presidente Cortizo, diferentes mediciones de la opinión pública han dejado meridianamente claro que si bien las reformas constitucionales siguen siendo consideradas importantes, no son la primera prioridad del pueblo panameño, que a ellas antepone su demanda por un buen gobierno y las soluciones de sus problemas vitales que, como no es necesario repetirlo, no se resuelven por el influjo mágico de cambios constitucionales, sino mediante acciones efectivas de los gobernantes.

Eso explica porque la propuesta de un ‘Gran Diálogo Nacional' para que mediante la consulta y la construcción de consensos acordemos, sin prisas que comprometan los esfuerzos de la necesaria y prioritaria recuperación económica, las reformas a la Constitución, ha sido ampliamente aceptada.

ABOGADO

Eso explica por qué la propuesta de un ‘Gran Diálogo Nacional' para la consulta y la construcción de consensos
 


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