Opinión
Dr. Alfredo Macharaviaya, que Dios te dé la paz eterna
Qué difícil es hacer vida gremial. Pero yo conocí a un hombre culto, inteligente y comprometido con lo justo, que demostraba equilibrio entre su brillantez académica y su compromiso gremial.
Cuando recién me estrenaba como presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina me tocó tratar con dirigentes gremiales de mucho peso como el Dr. Mauro Zúñiga, Dr. Tobías Monge, Dra Marisín Villalaz de Arias y otros que habían enfrentado hasta la dictadura.
En ese momento el presidente de turno y su ministra quisieron privatizar el sistema de salud y nos tocaba salir a las calles a defender la salud de todos. Notaba divergencias entre los gremios y yo dudé, pero en ese momento quien me asesoró y me pintó el panorama claro de porque las nuevas generaciones debíamos apoyar y que la asociación tenía voz en medio de la comisión de los médicos, fue el Dr. Alfredo Macharaviaya.
Salimos junto a los gremios unidos! Le debo mucho a sus consejos pausados, muy reflexivos y que lograron modular a lo largo del tiempo mi actuar como dirigente. Jamás lo vi insultar, ni agredir a otro colega cómo por ahí vemos algunos pseudodirigentes hacerlo en kilométricas verborreas.
Al contrario, cuando nos vimos separados de forma y no de fondo en temas de la transformación del sistema de salud, siempre fue conciliador y humilde para aceptar errores en el famoso libro Blanco.
Desde la junta directiva de la Caja, procuró justicia en los casos de atropellos contra trabajadores y siempre le preocupó una jubilación digna y la no privatización. Habría más consejos que comentar, pero no hay más espacio para decir hasta luego al amigo! Que Dios te dé la paz eterna!
MÉDICO