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Opinión

Si yo fuera presidente

Si yo fuera presidente

jueves 2 de diciembre de 2021 - 12:00 a.m.
Victoriano Rodríguez Santos
diostesalvepanama@yahoo.com

Bajo el mismo título, el 7 de septiembre de 2017, desarrollé un artículo procurando orientación al gobernante de turno sobre la extranjería 

Bajo el mismo título, el 7 de septiembre de 2017, desarrollé un artículo procurando orientación al gobernante de turno sobre la extranjería y nuestro beneficio económico, social, cultural y político, pero muros de indiferencia lograron lo que generalmente todos hacen, mirar para otro lado.

‘Estamos en emergencia nacional.' Expresaba. ‘Requerimos de gobernantes estadistas, que piensen y actúen a favor de la población panameña. Como presidente de la República tomaría medidas enérgicas'. Decía.

Hoy las vivencias y emergencias son otras, pero igual la economía del país va en picada libre, mientras los gamonales se enriquecen bajo la mirada ausente de quienes deben aplicar la justicia, porque las leyes en Panamá, son selectivas.

Un desarrollo estancado que, a fuerza de manipuleo, da paso al crecimiento económico bajo el ingrato concepto de que quien nace pobre debe morir pobre, mientras que quien surge de cuna de oro aunque nazca con una sola neurona será amo y señor.

Desde la llamada democracia, nuestros gobernantes vienen demostrando lo poco que les interesa la educación y la salud de la población. A la ‘estrella de este gobierno', la educación, se le recorta el presupuesto, como sucede con los hospitales de los cuales no escapa el Instituto Oncológico Nacional, donde se nos tiene hacinados, mientras los edificios que alberga la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio de Salud, en otrora fueron parte de Hospital Gorgas y antes el Hospital Ancón.

Nuestro gobierno da pasos agigantados contario al beneficio social y aumenta el presupuesto a quienes menos necesitan, como es el caso de la Asamblea Nacional y el aumento de corregimientos con estructuras que conllevan más al clientelismo que al beneficio social.

Es necesario mirar la hamaca y el taburete, sentir como siente el pueblo ‘encutarra'o' y camisa de manta sucia. Si el sol sale para todos, permítale a nuestros aborígenes y campesinos escuelas y centros de salud, en su tierra, sin inundar ni concesionarle su habitad natural. Dios te salve, Panamá.

ECONOMISTA, EDUCADOR, HUMANISTA.



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