Opinión
No hay una semana que transcurra sin que la ruleta de la suerte nos traiga un ganador en los escándalos del gobierno
No hay una semana que transcurra sin que la ruleta de la suerte nos traiga un ganador en los escándalos del gobierno.
Las últimas semanas se levantó con la presea, el Ministerio de Cultura con unos contratos cuyo servicios prestados no terminaron de convencer.
Luego de ello, paso a un segundo lugar, por la salida de Gobernadora del puesto quien prácticamente fue notificada por los medios de que debía regresar a ocupar la vice Alcaldía, después de eso aflora que el reemplazo obedecía a una medida para refrescar la gobernación moviendo a la subdirectora del SENNIAF, quien sería la máxima autoridad de la provincia, y se designa a la nueva titular que debía jugar un rol importante en la agenda social del gobierno.
Después del 1 de febrero, fecha en que es ratificada en el cargo, la nueva directora del SENNIAF se destapa la mamá de los estruendos por irregularidades que son presentadas a través informe de una subcomisión legislativa que reporta las más perversas actuaciones en contra de menores de edad, y los albergues a nivel nacional.
Con este nuevo bullicio de proporciones internacionales se encendió el abanico, y con él las críticas que viajan en todos los sentidos.
Panamá, no será solamente conocido por el Canal, por las glorias del deporte, por nuestros embajadores musicales, sino por ser un país donde se violan los derechos de niños, niñas, y jóvenes en riesgo social
.A quienes la vida no solo les jugó una mala pasada haciéndolos vivir momentos de tristeza y de infelicidad, sino que adicional a todo esto, se le suma la indiferencia social de todos los que de una manera u otra no hicieron su labor arrebatando la confianza que la sociedad depositó en ellos.
La frustración ha llevado a los panameños a cuestionar la actuación sosegada del Presidente y de su equipo de gobierno, de quienes los residentes esperan medidas acordes a las que tendría un padre a quien le ultrajan un hijo.
ABOGADO