Opinión
El buen periodista está llamado a trabajar por la comunidad, a ser un maestro, un agente de cambio social
Al conmemorarse hoy, 13 de noviembre, el Día del Periodista, es de relevancia reflexionar sobre el rol que debe cumplir este profesional en el desarrollo integral del país.
El siempre bien recordado maestro del periodismo, Javier Darío Restrepo, manifestaba con acierto que el buen periodista no está de un lado o de otro, está al servicio del pueblo, de la sociedad.
Estas sabias palabras del periodista colombiano plantea la esencia de lo que significa ejercer una de las profesiones más nobles de la humanidad, tal como sostenía Gabriel García Márquez, ‘el mejor oficio del mundo'.
El buen periodista está llamado a trabajar por la comunidad, a ser un maestro, un agente de cambio social y su responsabilidad siempre debe ser divulgar la verdad, sin ataduras de ninguna índole y como dijera el director del Washington Post, Ben Bradlee, ‘el periodismo debe servir a los gobernados, no a los gobernantes'.
Pero, para exigirles a los periodistas cumplir con su apostolado, también se necesita establecer políticas que promuevan incentivos, educación permanente y, sobre todo, buenos salarios, tanto en la empresa privada, como en el gobierno nacional.
Se debe regular el ejercicio de la profesión, como se ha hecho con la mayoría de las profesiones en Panamá, para evitar que corsarios de la tinta incursionen en los medios de comunicación, en detrimento de los profesionales con una formación académica.
Los gremios de periodistas, junto a sus miembros, deben unirse para luchar por los intereses socio- económicos del profesional de la pluma y el micrófono; exigir salarios justos porque no se puede aceptar que en pleno Siglo XXI, un profesional del periodismo todavía gane salario mínimo.