Opinión
Contra las Cuerdas de El Siglo del 5 de marzo del 2019
La esquina de Pablo Pueblo continúa contra las cuerdas recibiendo duro castigo en los coliseos criollos donde los pugilistas de los ajeno están dándo cátedra de boxeo.
Los pleitos ya no solo ocurren en horas nocturnas, sino a cualquier hora y cuando menos te lo esperas recibes una demoledora trompada que te deja sin todas tus pertenencias.
En las graderías hay abucheos contra la esquina uniformada, mientras que algunos expertos del deporte cuestionan la falta de valores en el deporte, donde los pupilos crecen sin la disciplina requerida para triunfar en el boxeo, cayendo en las malamañas del bajo mundo y el dinero fácil.
La situación es compleja, pero a alguien hay que señalar y lo más fácil es culpar a los pugilistas uniformados, que aunque hacen su mejor esfuerzo en los tinglados criollos, el pleito se les hace difícil.
Los trompadachines de Pablo Pueblo no les queda otra que estar mosca en el cuadrilátero y cuidar lo suyo, evitando situaciones que los coloquen en una posición vulnerable en el cuadrilátero.
Entre la fanaticada hay clamor por una mano dura que ponga freno al descontrol de la esquina malandra, ojalá sean escuchados.