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Opinión
Contra las Cuerdas de El Siglo del 2 de octubre del 2023
Así están los usuarios del metrobús los fines de semana. Hasta dos horas, en espera de que aparezca una unidad de transporte, mientras que en ciertos puntos de la capital, los diablos verdes siguen haciendo japai con los precios, 50 centavos de una parada a otra.
Pese a las promesas de la empresa concesionaria del transporte, los usuarios siguen aguantando puñete día a día, y sin que los fiscalizadores del servicio hagan cumplir la promesa conque se cambió el modelo.
Una hora en una parada, que no tiene siquiera espacio disponible para que seis y más pasajeros esperen sentados, representa tiempo menos laboral de ese trabajador, representa una cita perdida porque si no se llega tanto tiempo adelantado, no te atiende, representa que una tardanza del estudiante, en fin, un sin número alrededor del tema.
Ese es el pan nuestro de cada día en la ciudad. En el área oeste, con los piratas, las cosas cambian, los usuarios se juegan la vida con un transporte que no cumple con las garantías y que sigue operando a pesar de que diversos gobiernos le han declarado la guerra, luego de accidentes.
