Hay cosas que no deberían ser, por ejemplo, hay artículos de primera necesidad que no deberían tener impuestos de introducción ni el 7% del ITBMS, cuyas siglas significan Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios.
En país tropical como el nuestro dónde tenemos alta incidencia de cáncer de piel con 56 muertes por año según datos del 2020 y una comunidad de albinos tan grande, los bloqueadores solares no deberían tener impuestos de ningún tipo, deberían ser considerados como medicina preventiva y ser proporcionados por la caja del seguro social a personas que tienen albinismo, pacientes de cáncer de piel, niños y personas con altas probabilidades de desarrollar cáncer. El costo de las cremas bloqueadoras suele ser prohibitivo para nuestros trabajadores del campo, los originarios de las islas y seguramente para la mayoría de quienes trabajan bajo el sol, como policías, jardineros, trabajadores de la construcción y deportistas. En un escrito anterior comenté sobre unas iniciativas ciudadanas que al llegar a la Asamblea Nacional murieron por falta de voluntad.
Las toallas sanitarias y artículos femeninos similares no deberían tener arancel de importación ni ser sujetas al 7%, en el 2022 hubo una propuesta que no prosperó y se supone que en julio del 2023 algo debía mejorar con su inclusión en la canasta básica, pero creo que en la practica no se ha notado mejoría. Algo similar debía pasar con el papel higiénico hasta recuerdo un Decreto de Gabinete, el 12-22.
La pasta de dientes, la fórmula para bebes, los pañales desechables para niños y adultos, el jabón de baño nada de eso debería tener.
