Opinión
Sí hay mujeres profesionales del derecho postuladas a magistrada del TE, con muchos méritos, trayectoria, experiencia, compromiso, solvencia moral y voluntad para contribuir
Próximamente se va a llevar a cabo la designación de una magistrada (o) del Tribunal Electoral, el cual deberá iniciar funciones el 15 de noviembre de 2022. En esta ocasión tal responsabilidad recaerá en la Corte Suprema de Justicia, por ordenamiento constitucional que, deberá ser garante de que los postulados (as) cumplan con cada uno de los requisitos que establece la Constitución Política de la República de Panamá, para ocupar el cargo de magistrada (o) del Tribunal Electoral de Panamá, por un período de 10 años.
Se postularon, para magistrada (o) del Tribunal Electoral, juristas profesionales que, en una sociedad democrática como la nuestra tienen el mismo derecho a ocupar tan distinguida magistratura. También tienen el mismo derecho a que, su profesionalismo, trayectoria y méritos tengan igual valor, porque ignorar los méritos de las aspirantes por el hecho de ser mujer, vulnera el principio de no discriminación e igualdad entre hombres y mujeres.
Han transcurrido 32 años, desde la última vez que hubo una mujer como magistrada del Tribunal Electoral, es decir de 1990 a la fecha “La casa de la democracia” no cuenta con una magistrada principal. Esta no es una fotografía del pasado, es una imagen fija y real del presente que revela la nula representación de la mujer panameña profesional, con méritos, trayectoria y experiencia al frente de la máxima corporación electoral del país.
Cabe mencionar que no es lo mismo ser magistrada principal que ser suplente. Estamos frente a una subrepresentación histórica de las mujeres en el Tribunal Electoral. Es potestad de la Corte Suprema de Justicia, transformar esta realidad.
Sí hay mujeres profesionales del derecho postuladas, con muchos méritos, trayectoria, experiencia, compromiso, solvencia moral, voluntad para contribuir al fortalecimiento institucional del Tribunal Electoral, con capacidad para dirigir la casa de la democracia y garantizar que, el Plan General de Elecciones continúe su desarrollo según lo planteado.
No cabe la improvisación ante tal responsabilidad, porque es una materia especializada que requiere de personas con un firme compromiso ciudadano con la democracia y con absoluta independencia de los asuntos partidistas.
Grupo iniciativa por la Paridad.