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Opinión

Carnavales: desenfreno y concupiscencia

Carnavales: desenfreno y concupiscencia
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Garritt Geneteau.

miércoles 14 de febrero de 2018 - 12:00 a.m.
Garritt Geneteau Delis
gdelis06@gmail.com

El carnaval representa, en la práctica cotidiana, una fiesta degradante de la sensualidad el sexo y la carne, no hay la menor duda.

El carnaval es la fiesta del pueblo pero el desenfreno trae consecuencias negativas, por la falta de control y tolerancia. Todos los años, las autoridades competentes advierten a las familias que participen de estas fiestas en la capital y el interior de la república que tiene que tener cuidado en estas actividades por el alto índice de criminalidad, violencia, accidentes por consumo de alcohol y sustancias ilícitas.

El carnaval representa, en la práctica cotidiana, una fiesta degradante de la sensualidad el sexo y la carne, no hay la menor duda.

Séneca, el reconocido fil ósofo del cristianismo, hablaba de la maledicencia y por ello predicaba sobre el freno de las grandes pasiones y el degradante mundo de las orgías, sodomías y la concupiscencia.

Entendemos que dentro de los sin sabores de la vida social del colectivo se hace necesario la distracción y la alegría para superar incertidumbres, pero ¿es con el vicio y el despilfarro de la carne que se logra esa concreción humana?

Planteamos la necesidad en la praxis valorativa y la integración a los principios éticos del amor común un principio fundamental y vit al dentro del ser familiar y que la oración sea un principio auténtico en que la relación del amor comparte principios espirituales que engrandezcan la moral como virtud y principio filosófico y hasta teológico para la superación del hombre.

Esperamos, pues, que ésta sea la norma a seguir por nuestros compatriotas en los actos litúrgicos de la semana mayor para que así pueda tener urgencia la sentencia bíblica de que ‘la verdad os hará libres'.

Solo en ese sentido es valedero lo de la cuaresma y demás actos religiosos. De no ser así, entonces todo no pasa de ser más que demagogias, falacias e hipocresía igual a la que practican algunos politiqueros traidores de ayer, hoy y siempre.

Esperamos que el pueblo mantenga comportamiento y no sobre pasan alteraciones e imprudencias que pueda traer consecuencias lamentables ya que necesitamos el concurso de todos y todas para contribuir al desarrollo del país.

Periodista, profesor de periodismo en la UP

El carnaval representa una fiesta degradante de la sensualidad el sexo y la carne, no hay la menor duda
 


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