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Opinión

El buhonero: el dueño de la calle

El buhonero: el dueño de la calle

martes 20 de junio de 2017 - 12:00 a.m.
Jorge Zúñiga Sánchez
zuniga.js@gmail.com

Sea que camine el día entero; o que se juegue la vida en un semáforo, o que tenga un puesto fijo

Sea que camine el día entero; o que se juegue la vida en un semáforo, o que tenga un puesto fijo, la vida del buhonero está llena de aventuras. Si la memoria no me falla, aquel viejo calypso popular, que fuera traducido posteriormente al español por el Prof. Altamiranda, es la única oda cantada en reconocimiento a ese personaje típico de nuestro folklore urbano.

En el lenguaje moderno que usan los expertos, al buhonero se le denomina con el rimbombante nombre de ‘pequeño empresario' o ‘comerciante informal'. Su importancia es innegable, pues las estadísticas indican que asimila un porcentaje muy alto de la mano de nuestra ‘fuerza productiva'.

Me quito el sombrero en señal de respeto antes los hombres y mujeres de mi país, que para levantar su salario mínimo y sobrevivir, a diario salen a vender sus mercancías, con la esperanza de satisfacer la necesidad urgente de algún parroquiano de pie. Nos hemos acostumbrado a que los que se dedican a la actividad, procedan de los sectores populares.

Los tiempos nos indican que esa percepción pronto va a cambiar, pues muchos componentes de nuestra agonizante clase media, no tendrán otra alternativa disponible, que sumarse derrotados a sus filas. Así que hay que prepararse para ver a corto plazo, a ex profesionistas instalados en las aceras, ofreciendo los servicios más variados.

Veo en nuestros buhoneros, esa habilidad ‘silvestre' para los negocios, que sólo la vemos en el extranjero. Eso me lleva a pensar que nuestra tradición empresarial, no es que está en pañales, sino que reposa invisible en el entusiasmo ignorado de esos panameños. Como ocurre con el campesino que todavía siembra ‘a chuzo', o la artesana que descubre que en su trabajo, hay una fuente inagotable de recursos.

El desarrollo urbanístico amenaza con extinguir esta especie. Si los mercados populares convirtieran en los ‘malls' de las buhonerías y las artesanías, y se enseriara la capacitación de esos ‘empresarios‘, la actividad daría más que el mínimo, para poner la paila'. La buhonería debe ser ‘nacionalizada', pues nuestras calles y avenidas, deben asegurar con prioridad, los sueños de grandeza que persiguen los ‘panas'.

Abogado

La buhonería debe ser nacionalizada, pues nuestras calles y avenidas, deben asegurar los sueños de los ‘panas'
 


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