Internacional
Este clima también se vive entre los vendedores ambulantes de ambas nacionalidades, pues sienten que los caribeños 'roban su pan'
Un polémico video de una inmigrante venezolana en Ecuador que tacha a los ecuatorianos de "feos" e "indios" ha sembrado las redes y las calles de polémica y ha abierto el debate sobre su emigración al país que le ha brindado refugio.
El clip fue publicado el 7 de septiembre por un canal de internet denominado "El Quiteño" y retirado una semana después de Youtube por ser agraviante, aunque su masiva visualización ya ha causado estragos entre una población, la ecuatoriana, en la que el 7 % se autodefine como indígena, según estadísticas oficiales.
En el video se le preguntaba a varias vendedoras ambulantes venezolanas acera de los ecuatorianos, una de ellas, asegura que son "feos" y argumenta que se debe a que son "indios", tocándose la tez antes de rematar que es una cuestión de "genética".
Junto a ella, su pareja coincide con explícito gesto despectivo en que las ecuatorianas son "feas".
"Ese video está muy malo. Hasta ahora nos han tratado súper chévere, pero ya he escuchado historias acerca de que han botado a gente de los trabajos por ser venezolanos, insultos en el autobús y xenofobia", se queja Enyer Peña, vendedor de empanadas de 21 años oriundo de Barquisimeto (centro occidente venezolano).
Para Pierangely Aguirre, 33 años y natural de la ciudad venezolana de Valencia, los calificativos de esa chica así como los que aparecen en otros videos, como el de una reportera venezolana que se burla de expresiones ecuatorianas, que suelen vociferar los comerciantes informales, son propios de "ignorantes".
"Mi primo ha ido a entregar hojas de vida a varios sitios y le han rechazado por ser venezolano y en uno le dijeron que como ellos (ecuatorianos) son indios no le dan trabajo, que busque en su país", describe Aguirre.
De acuerdo a datos del Ministerio del Interior, en los últimos cinco años han entrado al país más de 476 mil personas, de los que 38 mil no han salido. El asunto llevó el jueves a dirigentes de la comunidad venezolana a pedir disculpas y referirse a los videos que la web ha viralizado.
A principios de semana los trabajadores del metro de Quito realizaron una huelga por la "excesiva contratación" de extranjeros, en alusión a los 25 venezolanos que participan en la obra, lo que pone de manifiesto el ambiente enrarecido en el terreno laboral.
Este clima se vive casi como una lucha palmo a palmo por el espacio en un sector del parque de La Carolina, uno de los más importantes de Quito, donde se palpa la tensión entre los vendedores ambulantes de ambas nacionalidades.
"Las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. Esas personas venden sin los permisos y de paso nos quitan el trabajo", se queja Vinicio Chicaiza, 43 años y propietario de un puesto de cevichochos (plato típico ecuatoriano a base de altramuces).
Una joven que coloca naranjas en otro puesto aledaño afirma que los vendedores de la República Bolivariana "se llevan nuestro trabajo al vender más barato" y narra una pelea el pasado domingo.
El guayaquileño Javier Trujillo, de unos 20 años, defiende que la mayoría de los venezolanos "no piensan así". "No hay que señalarlos sino solidarizarse con ellos".