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El resultado fue que una oruga cercana a los polos tiene solo un octavo de la probabilidad de ser comida que tiene una oruga en el Ecuador.
Estudio. La actividad predadora es más intensa en los trópicos que en los polos, según revela un estudio internacional efectuado con orugas de plastilina. Era bien conocido que en los trópicos hay muchas más especies que en los polos, pero esta investigación indica que, además, la interacción entre especies también incrementa cuanto más cerca se está del Ecuador.
Los investigadores examinaron la fracción de orugas que habían sido mordidas o comidas en un gradiente de 11.635 kilómetros desde el Círculo Ártico al sur de Australia.
El resultado fue que una oruga cercana a los polos tiene solo un octavo de la probabilidad de ser comida que tiene una oruga en el Ecuador.
Para hacer la investigación, pegaron orugas falsas, hechas con plastilina, a plantas de 31 lugares del mundo, dejándolas expuestas al ataque de los predadores, como pájaros y hormigas. "Lo más fascinante fue que el patrón no solo fue igual en ambos lados del Ecuador, sino que apareció también en los gradientes de elevación", indicó Tomas Roslin, que lideró el análisis de resultados. "Cuanto más arriba en la montaña, se encuentra el mismo decrecimiento en el riesgo de predadores que cuanto más cerca de los polos", agregó.