Internacional
El organismo, además, calcula que alrededor del 55% de la población mundial carece de acceso a servicios de protección social
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que las pérdidas de ingresos superarán los $220,000 millones en los países en desarrollo como consecuencia de las crisis sanitaria por el nuevo coronavirus.
El organismo, además, calcula que alrededor del 55% de la población mundial carece de acceso a servicios de protección social, lo que hace que estas pérdidas se expandirán a lo largo y ancho de las sociedades y afectarán a la educación, los derechos humanos y, en los casos más extremos, a la seguridad alimentaria básica y la nutrición.
“El avance de la crisis de la COVID-19 amenaza con castigar desproporcionadamente a los países en desarrollo, no solo en forma de crisis sanitaria a corto plazo sino también a través de sus devastadores efectos sociales y económicos que se prolongarán durante meses y años”, señaló la oficina de Nueva York, Estados Unidos, del PNUD en un comunicado.
A juicio del organismo internacional, es probable que los hospitales faltos de recursos suficientes y los frágiles sistemas sanitarios se verán desbordados. Esta situación puede verse exacerbada por un repunte de los casos, ya que el 75% de las personas que habitan en los países menos adelantados carecen de acceso a jabón y agua.
No es todo. Las condiciones sociales de los países en vía de desarrolla también es un factor que influye en las consecuencias fatales que dejará la crisis sanitarias. La deficiente planificación urbana, la sobrepoblación de algunas ciudades, la insuficiencia de los servicios de eliminación de residuos, e incluso la congestión del tráfico que puede dificultar el acceso a las instalaciones sanitarias pueden contribuir a incrementar el número de casos, advierte el PNUD.
En el comunicado se cita palabras del administrador del PNUD, Achim Steiner, quien aseguró que esta pandemia dejará cicatrices muy, muy profundas en grandes zonas del planeta.
“Sin la asistencia de la comunidad internacional nos arriesgamos a un masivo retroceso de los avances conseguidos en las dos últimas décadas y a la pérdida de una generación entera, si no en vidas, en forma de derechos, oportunidades y dignidad”, recalcó Steiner.
El PNUD hace un un llamado a la comunidad internacional para que mire más allá de las consecuencias inmediatas de la COVID-19 y enfatiza en la necesidad de tomar tres tipos de medidas prioritarias: recursos para ayudar a detener la propagación del virus; apoyo para la respuesta durante el brote de la enfermedad; y recursos para prevenir el colapso económico de los países en desarrollo.
El organismo ha implementado el Fondo de Ayuda Rápida que será alimentado con $20 millones y largo plazo prevé una necesidad mínima de $500 millones para prestar ayuda a 100 países.