Internacional
La fuente oficial expresó su preocupación por el uso "generalizado, innecesario e indiscriminado" de la fuerza
Las fuerzas de seguridad israelíes han matado en lo que va de mes de abril a 19 palestinos (entre ellos tres niños y tres mujeres) y han causado decenas de heridos, denunció hoy la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, que mostró "gran preocupación" por la escalada de la violencia en este conflicto.
"La intensificación de las operaciones militares de Israel en Cisjordania, en particular en la ciudad de Yenín, y el uso de armas de fuego por parte de militantes palestinos provocan que los habitantes de Palestina corran un alto riesgo" dijo hoy en rueda de prensa la portavoz de esa oficina de la ONU Ravina Shamdasani.
La fuente oficial expresó su preocupación por el uso "generalizado, innecesario e indiscriminado" de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad israelíes después de una intervención el pasado fin de semana en el recinto de la mezquita de Al Aqsa (Jerusalén) en el que resultaron heridos 180 palestinos.
"Mujeres, niños y al menos un periodista fueron golpeados con porras y disparados con balas de punta de goma a corta distancia, a pesar de que no parecían presentar ninguna amenazada contra las fuerzas israelíes", lamentó la portavoz.
Según los informes de la oficina dirigida por la alta comisionada de derechos humanos Michelle Bachelet, el ejército israelí condujo este jueves una nueva redada en Al Aqsa en la que se usó la fuerza para dispersar a los palestinos y al menos seis personas resultaron heridas, entre ellos un periodista, un anciano y un sanitario.
La escalada de tensión en Jerusalén provocó la reacción de grupos armados palestinos que lanzaron seis cohetes y una granada de mortero hacia Israel entre el 18 y el 21 de abril. La respuesta de Israel no se hizo esperar, ya que sus fuerzas de seguridad atacaron varios emplazamientos militares en la Franja de Gaza.
Uno de los cohetes palestinos causó daños en un edificio residencial en territorio israelí pero no se registraron víctimas en ninguno de los dos ataques, señaló Shamdasani.
La portavoz explicó que estos acontecimientos se producen tras semanas de violencia en las que se han registrado los ataques más graves en Israel de los últimos años.
Como consecuencia de estos incidentes, han perdido la vida 14 personas en las ciudades de Beersheba, Bnei Brak, Hadera y Tel Aviv.
Como respuesta a los ataques en su territorio, las autoridades israelíes han impuesto medidas en Yenín que incluyen restricciones generalizadas a la circulación y medidas punitivas contra los familiares de los presuntos atacantes.
La portavoz expresó su temor a que se produzca un "castigo colectivo" y recordó que el derecho internacional humanitario prohíbe los castigos de cualquier tipo contra personas o grupos enteros de personas por actos que no han cometido personalmente.
"Todo uso de la fuerza causante de muertes o lesiones debe ser investigado con prontitud, imparcialidad, independencia y transparencia, y los responsables de cualquier violación deben rendir cuentas", concluyó Shamdasani.