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Lo hiciera bien, regular, mal o fatal, criticado por el público o aplaudido, el técnico francés nunca ha señalado a su delantero.
VICTORIA. El Real Madrid ganó 6-3 al Girona en un partido eléctrico en el que apareció la mejor versión de Karim Benzema, quien renació para apoyar al insaciable Cristiano Ronaldo, autor de cuatro goles que, unidos a los de Bale y Lucas Vázquez, sirvieron para doblegar a un gran rival.
Lo hiciera bien, regular, mal o fatal, criticado por el público o aplaudido, el técnico francés nunca ha señalado a su delantero.
Siempre ha contado con él y, por fin, en el tramo decisivo del curso, Benzema parece que ha renacido justo a tiempo.
Lo hizo al lado de un equipo que claramente cambia con Lucas Vázquez, Kovacic y Asensio, y sin Modric, Bale e Isco. Es más directo, más arriesgado. Tal vez más atractivo, más vistoso. Es electricidad pura.
Tal vez ese juego apareció porque el Real Madrid tenía enfrente a un equipo similar.