Dato: Si tu pareja no siente tu dolor es porque no te ama.
Curiosidades
Estaba en espera de que lo trajeran cuando sintió una mano en su hombro
El tiempo va poniendo al descubierto las mentiras más ocultas, las verdades más ciertas y a aquellos que mintieron cuando nos decían ‘te amo hoy, mañana y siempre'. Cantalicia era una viejita bien viejita, la edad se le notaba en lo físico, pero no en su temperamento. Con esa agilidad emocional llegó hasta una entidad legal y pidió orientación sobre qué hacer, su único hijo Gerardo, quien durante 30 años tuvo esposa y amante, Amalia y Raysa, estaba gravemente enfermo y requería que un familiar se quedara día y noche cuidándolo en el hospital. No se supo qué le dijeron los entendidos ni tampoco si ella interpretó a su manera lo dicho por los expertos, lo cierto fue que la mujer reunió a Amalia y a Raysa y les exigió que se turnaran para cuidar a Gerardo, ya que ella, por su edad y achaques, estaba incapacitada para ese fin. Las dos mujeres, que habían pasado años amenazándose y asegurando que tan pronto una viera a la otra la borraría del libro de los vivos, no se tocaron ni un pelito durante la reunión, ambas estaban concentradas en defender su argumento de que a ninguna le correspondía cuidar al enfermo. ‘Te toca a ti, porque tú eres la esposa, la que disfrutó durmiendo todas las noches con él, te toca a ti porque…', decía Raysa, pero Amalia no la dejó terminar y aseguró que no le correspondía, porque Gerardo no había sido un buen esposo, y que varios leguleyos le aseguraron que tan solo por la infamia de ponerle una amante durante treinta años y por los cuatro hijos que con ella procreó no le tocaba ir a cuidarlo. ‘Te toca a ti', gritó Amalia e intentó irse, pero Cantalicia la agarró por el brazo y la sentó de nuevo, gritándole casi cara a cara que era ella la indicada, a ella le tocaba, ‘si no es así, entonces, por qué usas ese anillo de casada, eres tú quien lleva su apellido, es a ti a quien te llevó al altar, allá juraste amarlo y cuidarlo en la salud y en la enfermedad, te toca a ti'. La esposa injuriada durante tres décadas no cedió, se levantó y antes de irse le gritó a Raysa ‘te toca a ti, cabrona, tú también le gozaste el manduco, tú también recibiste plata de él, también te dio cariño y por eso es tu deber moral y legal ir a cuidarlo, yo no tengo nada que ver con eso, muchas lágrimas derramé cada vez que tú salías preñada, y no me da la gana de quedarme sin que alguien me pague esas lágrimas, la única manera de cobrármelas es abandonarlo en el hospital, ahora sí soy yo la esposa que tiene deberes, pero nunca derechos, no me da la gana, anda tú, te toca a ti, págale a Gerardo todo lo que nos quitó a mis hijos y a mí para dártelo a ti'. La amante se quedó muda con la retahíla de la rival, pero no le dio el sí que Cantalicia esperaba. También ella llevaba su dolor, también sentía que Gerardo se la debía, no solo a ella, también a sus hijos, y se fue, dejando a la anciana con el alma partida. Ese estado triste de ánimo no impidió que la viejita se encaminara al hospital, adonde llegó diciendo ‘fui, soy y seré siempre su madre'. Caminó con sus pasos lentos hacia la cama del moribundo, pero ya no lo halló. Dio un grito, pensando lo peor, pero una voz bondadosa le dijo que lo habían llevado a un examen. Estaba en espera de que lo trajeran cuando sintió una mano en su hombro. ‘Ya', le dijeron. Días después se encontró de nuevo a Raysa y a Amalia, quienes andaban en los trámites para la pensión de sobrevivientes. ‘A mí me toca pensión de viuda', le dijo Amalia. ‘Deme el certificado de defunción, que a mis hijos les toca pensión', le aseguró Raysa…
Dato: Si tu pareja no siente tu dolor es porque no te ama.