Publicidad

Curiosidades

Quema'o, quema'o

Quema'o, quema'o

martes 30 de octubre de 2018 - 12:00 a.m.
Redacción El Siglo
redaccion@elsiglo.com.pa

Quemar y maldecir eran previos a su salida dominical sin rumbo fijo, a calmar el espíritu, se iba por esos caminos

Era muy grande la desilusión que invadía a Miguelón cada domingo apenas jugaba la lotería. Se ponía las manos en la cabeza gritando ‘quema'o, quema'o, mil veces quema'o, ni en carrera quedé, pura trampa esta vaina de la lotería, quién carajo me mandó a gastar mis pobres realitos, quién, fue hoy la última vez que me cogieron de pendejo, la lotería no gusta de mí, ni sebo vuelvo a comprar', y echaba chances y billetes al fuego mientras murmuraba maldiciones.

Quemar y maldecir eran previos a su salida dominical sin rumbo fijo, a calmar el espíritu, se iba por esos caminos y daba vueltas silencioso hasta que lograba serenarse, entonces, regresaba al hogar, hambriento y sediento, pero tranquilo; la caminata errática lo calmaba y era como un bálsamo para cambiar radicalmente de opinión. ‘A lo mejor el otro domingo voy a tener mejor suerte, ¿no crees, mami?, seguro que en el otro sorteo Papa Dios sí me va a poner en la tómbola', le decía a Gabriela, quien le perdonaba esas rabietas y ese perderse cada domingo porque ella estaba segura de que su marido no tenía otra, el hombre la atendía bien en la intimidad, ella solo tenía que pedir la caricia que se lo ocurría, que leía o que oía en el trabajo, y ahí quedaba Miguelón hincado, de medio lado, debajo, en el techo, como le ordenaran, además, Miguelón no pinteaba, cobraba por semana y traía la plata intacta, de ahí, ella sacaba y le daba los cuarenta panchos para la lotería, que era la única rival conocida por Gabriela.

Pero esa tarde dominical, ‘Satán' andaba de paseo por las calles de Nuevo Paitilla, y ahí cazó a Miguelón, al que llevaba rato buscando, cabreado de verlo por ahí jugando al santo, al filedérrimo, al buenagente, al marido ejemplar, al defensor de la familia como núcleo de la sociedad, atributos que al ‘Malo' le hinchaban los testículos, y por eso, lo confundió cuando se topó con Luisita, la reina del ‘pechucunal', en opinión de muchos, una exagerada que volvía loco a cualquiera con esa exuberancia de pechos, nalgas y cuca que ella no disimulaba. Ahí iba la pobre pocotona luchando con un tanque de gas, maldiciendo a los taxistas que se tomaban el domingo libre, indiferentes a los pobres clientes, y aunque Miguelón todavía no digería la pérdida de su plata duramente sudada, se condolió de Luisita y se echó el cilindro al hombro y con la rabia y el dolor que le quedaban subió la loma de dos kilómetros, y se ofreció para conectárselo, porque pensaba que Luisita era como su mujer, que le tenía pavor a conectar el tanque de gas a la estufa.

‘Ya me voy que salí a hacer un mandadito nada más', dijo Miguelón y dio tres pasos para irse, pero Luisita le suplicó que esperara un momentito, que al arroz con mariscos solo le faltaba secar; y como ya el hambre lo empezaba a agobiar, Miguelón se sentó y ella dijo que iría a darse un bañito porque sus tetitas estaban sudaditas por la caminata.

‘No demoro, es que las tetas grandes tienen ese problema, sudan mucho', anunció Luisita y se metió al baño, lo que aprovechó Miguelón para intentar coger camino para su casa, dio el paso, pero oyó que ella lo llamaba.

‘Pásame el jabón que está en el cartucho que traje del minisúper', pidió Luisita desde el baño, y allá, con la mano extendida y la cabeza en posición contraria, llegó Miguelón asustado, semejante tentación para él, que a los 45 años solo conocía la cuca de su Gabriela.

Un brazo poderoso lo haló y quedó metido en el baño con la pocotona desnuda, prueba demasiado difícil de la que salió tres horas después, cuando Gabriela, que salió preocupada porque no regresaba, y como ahora hasta a los recicladores les roban, indagó por el pueblo, donde le dijeron que antes de las dos vieron a Miguelón cargando un tanque de gas junto a la suculenta Luisita. Lo sacó rabiosa y desnudo se lo llevó por esas calles, para que aprendiera la lección y no volviera a quemarla.

Tres cosas nos quita la lotería: tranquilidad, paciencia y DINERO.
 


Te recomendamos ver

comments powered by Disqus
Publicidad
Últimos Videos
Publicidad

Lotería

domingo 10 de marzo de 2024

  • 4585 1er Premio
  • BACB Letras
  • 7 Serie
  • 13 Folio
  • 0555 2do Premio
  • 7784 3er Premio
Publicidad
Change privacy settings