Curiosidades
La terapia física es fundamental
Seguro ha escuchado sobre el reemplazo de articulaciones cuando las mismas se encuentran ya muy desgastadas o por otros motivos. Hablaremos del reemplazo de rodilla.
‘Un reemplazo articular, más técnicamente una artroplastia, es cuando se cambian las superficies articulares dañadas o deterioradas de una articulación por partes artificiales, que en conjunto se llaman prótesis. Involucra cambiar estas superficies, pero manteniendo o mejorando el balance de ligamentos de la articulación. Esto es válido tanto para la rodilla, como para la cadera, la cual operamos con frecuencia, también', explicó el doctor Ariel Saldaña, ortopeda y Director Médico del Hospital Paitilla.
Según Saldaña, los componentes de la prótesis generalmente son de metal (aleaciones especiales que no provoquen reacción en el cuerpo), de plástico y de cerámica. El objetivo principal de la cirugía es que sea una sola y única cirugía. En algunos casos es necesario realizar una cirugía de revisión (significa cambiar una prótesis) y las causas son desgaste del material (es más común cuando se opera a un paciente muy joven), infección o aflojamiento aséptico (sin infección).
La indicación primaria para recomendar esta cirugía a un paciente es dolor. El dolor debe ser constante, impedirle realizar actividades de la vida diaria o que requiera el uso de analgésicos/antiinflamatorios que pueden generar daños en el riñón, hígado y estómago. ‘Por supuesto que esto va acompañado de un diagnóstico preciso tanto desde el punto de vista clínico como de imágenes. En ocasiones un dolor de rodilla está generado por un daño en un disco lumbar o por una lesión en la cadera. Hay que descartar otras causas de dolor en la rodilla'.
El médico dice que hay diversos factores que pueden ocasionar el tipo de lesión que requiera la cirugía de reemplazo. Entre ellos, algunos que no se pueden alterar, como la herencia o enfermedades como la artritis reumatoidea. Por otro lado, tenemos condiciones que podemos trabajar, como sobrepeso u obesidad, abuso de la articulación (deporte de alto impacto sin precauciones), actividad laboral (pasar agachado mucho tiempo), subir y bajar muchas escaleras. También existen causas externas como una fractura o trauma que haya sufrido la rodilla años atrás.
Una vez realizada la operación, inicia ese mismo día o al día siguiente el proceso de recuperación. La terapia física es fundamental. El paciente puede tener la mejor cirugía, pero si no realiza la terapia adecuada en el momento indicado, su recuperación puede ser limitada.
Peso adecuado, realizar actividad física sin impacto exagerado, evitar la subida y bajada continua de escaleras o lomas y, sobre todo, si va a iniciar una actividad física importante o deporte, ir a consulta para evaluar si existe algún trastorno que no se conozca.