Gusto
Si el hombre se relaja y apoya todo su cuerpo y la mujer se incorpora levemente, la penetración es más profunda.
Curiosidades
Para esta postura, el hombre se sienta echando su cuerpo levemente hacia atrás y apoyando sus manos al costado del cuerpo.
Para esta postura, el hombre se sienta echando su cuerpo levemente hacia atrás y apoyando sus manos al costado del cuerpo.
Las piernas pueden estirarse o flexionarse según la comodidad que se disponga y la cabeza puede estar relajada.
La mujer, asumiendo el rol activo de la ocasión, pasa sus piernas por encima de su compañero y apoya sus brazos atrás del cuerpo.
La estimulación previa debe ser intensa, ya que durante la penetración esta postura impide el acercamiento manual y el contacto de las bocas.
Ella marca el ritmo o se pacta un encuentro pene-vagina con un movimiento de ambos hacia el centro.
De cualquiera de las dos formas, es esencial que el clítoris aproveche los impactos con el cuerpo de él.
La mirada tiene un componente fundamental y la palabra puede ser un increíble arma para gozar ‘la fusión' por completo.
Si el hombre se relaja y apoya todo su cuerpo y la mujer se incorpora levemente, la pose adquiere una variante donde la penetración es más profunda.
El ritmo lo sigue llevando ella y el movimiento que sale con más facilidad es el arriba-abajo que la mujer debe realizar sobre su compañero.
Las manos de ella pueden tocar el pecho de él o tomar su pene como si lo masturbara para aumentar el placer de ambos.
Gusto
Si el hombre se relaja y apoya todo su cuerpo y la mujer se incorpora levemente, la penetración es más profunda.