Que todo fluya a la perfección y sea la antesala ideal para gozar al máximo de todo lo que vendrá después.
Curiosidades
Buen aliento es una de las claves
DIFERENTE
Un beso con lengua, llamado también beso francés, lleva unida una gran carga sexual y resulta muy apasionado y excitante. Eso sí, si está bien dado, pues de lo contrario puede generar un efecto muy desagradable y ser determinante, por ejemplo, en la decisión de no volver a salir o quedar con esa persona.
Si quieres mejorar tu técnica o aprender algunas estrategias útiles para besar con lengua y hacer que la experiencia sea realmente placentera, presta atención al siguiente de artículo.
Pasos a seguir
1- Aunque parezca una obviedad, procura mantener tus labios bien hidratados y un buen aliento, pues esto hará que el beso con lengua sea un éxito o todo lo contrario. No es agradable besar unos labios demasiado resecos ni una boca que desprenda mal olor.
2- Para besar con lengua y disfrutar al máximo, los dos deben inclinar ligeramente la cabeza, uno hacia el lado derecho y el otro hacia el izquierdo. Así, evitarán que las narices de ambos acaben chocando y entorpeciendo la fluidez y el ritmo de los besos.
3- No te precipites. No se trata de lanzarte directamente a introducir le lengua en la boca de tu acompañante o pareja. ¡Todo a su debido tiempo! Debes iniciar con unos besos convencionales e ir aumentando la intensidad poco a poco. Primero, sorpréndele, pasando suavemente la punta de la lengua por los labios, luego empieza a introducirla en su boca de forma sutil...
4- Una vez que la pasión y la excitación esté presente, juguetea con tu lengua dentro de su boca. Acaricia su lengua con la tuya, alternando movimientos suaves y otros un poco más bruscos, explora su boca, vuelve a lamer sus labios, y alterna todo esto con algunas mordidas eróticas en su labio inferior. Con todo ello, tus besos con lengua le dejarán sin palabras y le llevará a querer avanzar muchísimo más.
5- Algo que también debes tener en cuenta en el momento de besar con lengua es evitar llegar a agobiar a tu acompañante con besos demasiado profundos e interminables, todo debe ser en su justa medida.
No intentes introducir tu lengua hasta el fondo de la garganta de la otra persona, evita dejar tu lengua durante mucho tiempo dentro de su boca y, sobre todo, no te excedas con la humedad del beso. A todos nos gustan los besos calientes y húmedos, pero aquellos demasiado cargados de saliva pueden acabar por arruinar el momento.
Que todo fluya a la perfección y sea la antesala ideal para gozar al máximo de todo lo que vendrá después.