¿Por qué los hombres se fijan en grandes punanis?

Quienes nacieron dotadas, trabajan para tenerlo

La pregunta que todos nos hacemos es, ¿Por qué nos gustan los traseros grandes? Definitivamente, las nalgas bien proporcionadas es lo de hoy. Mientras que los senos eran la sensación durante todo el siglo XX, ahora todos mueren por tener un big punani.

Quienes nacieron dotadas, trabajan para tenerlo. Hay quienes hacen ejercicio y otras que se inyectan y colocan implantes para tener unas pompis grandes.

Es popular el comentario de los psicólogos evolucionistas que afirman tienden a sentirse atraídos por féminas que tengan características que indiquen un status de fertilidad y la salud femenina.

Desde los primeros habitantes de este planeta, veían sus probabilidades de reproducirse al elegir a una mujer con ciertas características físicas.

Un buen derriere ha venido volviendo locos a los hombres desde épocas pasadas.

Y, aunque hay quienes aseguran que la mujer puede ser poco agraciada de cara, eso no es así. Si no, las mujeres con pocos atributos físicos no consiguieran pareja y vemos que es todo lo contrario.

No obstante, con un trasero perfecto se le abrirán todas las puertas.

Las nalgas femeninas han sido un símbolo de fertilidad y belleza desde hace tanto tiempo, que parece que viniera escrito en nuestros genes.

Esta área del cuerpo era importante también para los antiguos griegos, que construyeron la Venus de Kallipyigos, con caderas anchas y trasero prominente.

Las nalgas al aire se consideraban eróticas en la China de la Dinastía Ming, donde se comparaban con la Luna llena, símbolo de abundancia, armonía y salud.

En occidente, se han visto como zonas erógenas durante siglos porque se asocian a los órganos reproductores femeninos.

También, científicos indican que unas pompas redondas se asocian con unos senos firmes y tiernos. Así como pasa con los labios.

La boca femenina es una copia de la vagina, aseguran muchos. Mientras más jugosos, carnoso y de color atractivo, más interesante será la mujer al hombre.

Los labios femeninos, sobre todo en la juventud, avisan al hombre que su vagina es carnosa. El color rojo es considerado como un aviso de que es sana y no tiene enfermedades, incluso que sean húmedos se vincula con la penetración.

El cerebro del hombre la procesa como una parte erógena, atractiva que quiere y tiene que poseer.