Dos californianas crearon un movimiento en el que proponen que las personas tengan sexo con plantas, árboles y demás miembros de la naturaleza. En Australia ya hay un ‘eco prostíbulo'.
Curiosidades
La pareja ha escrito cinco manifiestos, uno de los más llamativos dice: manifiesto expresa: ‘sin pudor abrazamos árboles
ACTIVISTAS
En medio del deber de cuidar el medio ambiente ha provocado de que algunas personas se enamoren del ecosistema, una nueva tendencia que ha sido catalogada como extraña.
Para ser claros, estamos hablando de los ecosexuales, personas que disfrutan el sexo con la naturaleza, en lugar que con otro ser humano.
Esta visión fue creada por Beth Stephens, artista, activista y profesora de artes visuales de la Universidad de California, EE.UU.. y Annie Sprinkle, ex actriz porno y también activista.
Ambas se definen como ‘ferozmente apasionadas y enamoradas de la Tierra' por lo que aseguran se vieron obligadas a crear el movimiento ‘Sex Ecology' (ecosexual) inventado por ellas en 2005, año en que se casaron legalmente en Canadá.
La pareja ha escrito cinco manifiestos, uno de los más llamativos dice: manifiesto expresa: ‘sin pudor abrazamos árboles, masajeamos la tierra con nuestros pies, y hablamos eróticamente con plantas, acariciamos rocas, gozamos con cascadas y gozamos de las curvas de la tierra'.
Sthephens y Sprinkle se han casado más de 16 veces con la tierra, el mar, las rocas, árboles, nieve, montañas, la luna, la nieve, entre otros.
En 2015 aseguraron que el número de ecosexuales era menos de 1000 en todo el mundo.
Según el diario 20 Minutos de España, el movimiento ha ganado fuerza en Australia ejemplo es el Ecosexual Bathouse, una especie ‘eco prostíbulo' creado por Loren Kronemeyer y Ian Sinclair, quienes dicen: ‘El sexo vende por eso tenemos una motivación erótica para la conservación permanente de nuestro medio ambiente'.
Dos californianas crearon un movimiento en el que proponen que las personas tengan sexo con plantas, árboles y demás miembros de la naturaleza. En Australia ya hay un ‘eco prostíbulo'.