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No es buena idea dejar que tu pareja haga toda la tarea, no señor, tu más que nadie conoce tu cuerpo.
Curiosidades
Si las mujeres se quejan de sus hombres ‘fríos como nieve', ellos tampoco se quedan atrás.
Si las mujeres se quejan de sus hombres ‘fríos como nieve', ellos tampoco se quedan atrás.
De sus bocas se escucha el clásico ‘ella siempre fue así' y describen con pocos ejemplos la pobreza de recursos: ‘no la puedo tocar', ‘no quiere que le haga sexo oral y ni pensar que me lo haga a mí', ‘no sé si alguna vez tuvo un orgasmo'.
Los varones se resignan más rápido que las mujeres y se valen de justificaciones que aluden a mitos de la condición femenina: ‘Las mujeres son menos sexuales que los varones', ‘tuvo una educación muy represiva', ‘las mujeres son más pudorosas'. O la típica creencia: ‘No le voy a pedir a mi mujer cosas que haría con una prostituta'.
Los hombres que pueden salir de estas pautas rígidas que subestiman las capacidades eróticas femeninas están mejor dispuestos a ayudar a sus mujeres a romper con las inhibiciones sexuales.
Por supuesto: tiene que existir deseo de cambio, acuerdo mutuo, comunicación y dar prioridad a los momentos de intimidad.
Toma en cuenta que poner lo mejor de tu parte al momento de la intimidad hará que los dos disfruten del encuentro al máximo, la idea es que sepas cuales son esos ‘detalles' que surgen al momento del encuentro para corregirlos.
Quizá nada tiene que ver con que tan buena eres en la cama, eso probablemente no está a discusión, sino de pequeñas cosas que cuentan mucho y que al final hacen que ambos no estén en sintonía.
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No es buena idea dejar que tu pareja haga toda la tarea, no señor, tu más que nadie conoce tu cuerpo.