Curiosidades
Cómo han cambiado los tiempos y para respetar a los caballeros en todo el sentido de la palabra, hablaremos del chulo sinvergüenza
Cómo han cambiado los tiempos y para respetar a los caballeros en todo el sentido de la palabra, hablaremos del chulo sinvergüenza y además de él, seguro hay muchos.
Digamos que Joaquín no siente ni un poquito de pena, pero su pareja, Marta, también tiene un poco de sinvergüenzara. Resulta que, hace años le abrió la puerta de su hogar a este hombre, teniendo poco tiempo de separada con su pareja anterior y viviendo con sus tres hijos, entre ellos una niña.
El mayor de sus muchachos no le pareció buena la idea, por eso poco a poco fue entrando en discusiones con su desconocido padrasto, a quien su madre prefería más que a él que era su propio hijo.
Los conflictos aumentaron día tras días, hasta que los dos hombres sostuvieron una fuerte pelea, por la cual, Marta echó a su hijo de la casa, no queriendo saber nada más.
El muchacho se independizó, se puso los pantalones y salió a trabajar para satisfacer sus necesidades, tiempo más tarde se casó e hizo su propia familia.
Ahora le pasa algunos reales por considerar que madre es madre, no le aumenta la ayuda, porque tiene un mantenido dentro de sus cuatro paredes.
Marta que no trabaja, también está esperanzada que el papá de los hijos menores le pase la pensión y con ese dinero le compra comida al chulo, es taxista, pero le gusta que lo mantengan. A este le salió buena la vuelta, pues además de casa, tiene comida gratis.
Algunas veces Marta le reclama a este descarado que no la solventa en nada, sin embargo, le contesta que él tiene sus gastos. Un buen día se cansó y lo largó de la casa, pero la muy sinvergüenza al día siguiente lo estaba llamando y llorando que regresara.
Joaquín regresó y la mujer sigue su misma rutina miserable, manteniendo a un vago que a ella no le lleva ni el jabón para que se bañe.