Desconocidos
Proponle realizar quedadas sexuales en las que simulen no conocerse.
Curiosidades
Recuerda que tus zonas erógenas no se limitan a los órganos sexuales
Lo primero y más importante es conocer tu cuerpo y el de tu pareja. El conocimiento de sus cuerpos hará que sepas lo que te gusta y lo que le gusta más a la otra persona.
Recuerda que tus zonas erógenas no se limitan a los órganos sexuales, cualquier parte del cuerpo con muchas terminaciones nerviosas puede provocarte mucho placer. Existen tres tipos de zonas erógenas:
1- Zonas erógenas primarias
Se trata de las zonas erógenas que todos conocemos, en el caso de la mujer son el clítoris y la vagina (punto G) y en el hombre el glande y el pene. Mediante el frotamiento y la estimulación de los mismos se puede llegar al orgasmo.
2- Zonas erógenas secundarias
Son ciertas partes de la piel y las mucosas que, estimuladas mediante el tacto, pueden multiplicar el placer en las zonas erógenas primarias. En la mujer son el pubis, las nalgas, los labios mayores y menores, la entrada de la vagina, el perineo, el ano y los pezones. En los hombres son el pene, el escroto, el ano y el interior de las nalgas.
3- Zonas erógenas potenciales
Se trata de zonas que estimulan las zonas erógenas primarias y que varían de una persona a otra. Algunas de ellas son el cuello, las orejas, la zona cercana a los pezones o los pies, por ejemplo. En unComo te contamos cómo besar el cuello de forma erótica y sensual.
Practicar diferentes juegos eróticos con tu pareja les abrirá un mundo nuevo para disfrutar. Si tienes pareja estable y sus relaciones sexuales empiezan a ser aburridas, atrévete a proponer cosas nuevas y diferentes que activen su vida sexual, seguro que no se arrepentirán.
Desconocidos
Proponle realizar quedadas sexuales en las que simulen no conocerse.