Crónica roja
El escolta del presidente de la asamblea nacional, Jerry Wilson fue detenido por la ptj.
Roque Pérez Carrera tenía 54 años cuando fue ejecutado frente a varios comensales en un restaurante, en Calidonia, el 19 de julio del año 2001. Eran las 7:40 de la noche.
Uno de los elementos que llamó la atención fue que el asesino disparó ante la mirada de agentes del Servicio de Protección Institucional (SPI) y varios ejecutivos, personajes políticos y comerciantes.
De acuerdo con un testigo, el verdugo, vestía una camisa azul, corbata y jean negro, medía 1.80 metros de estatura, entró al restaurante y se encaminó directamente hacia su víctima y le descargó un arma de fuego en el rostro del jurista, después, aún empuñando el arma, dio la vuelta y se dirigió rápidamente a la calle donde un taxi lo esperaba.
Crimen ‘limpio'
La situación llegó hasta la más alta magistratura del Estado panameño. La entonces Policía Técnica Judicial (PTJ), tenía los elementos para enjuiciar a los involucrados, sin embargo, algo pasó que no se planteó el protocolo de la investigación debidamente.
En un archivo de El Siglo de la época quedó registrado el comentario de uno de los testigos que cenaba con Roque la noche de su asesinato. Manuel Muradás, propietario del Boulevard Balboa, indicó, tiempo después, que ‘él estaba conversando conmigo esa noche. Alguien lo llamó y él salió, ahí el asesino le puso el cañón dentro de la boca y le disparó'.
El empresario amigo de Roque sostuvo que él (Roque), había heredado dos millones de dólares de su padre.
Por su parte, un investigador de la época se refirió al crimen como ‘un crimen limpio, muy limpio', porque lo hizo un profesional a sueldo.
La antigua PTJ vinculó el caso a un ajuste de cuentas de ‘narcos colombianos'.
Cuatro hombres fueron capturados e imputados por el homicidio y, el fiscal Adolfo Pineda pidió la culpabilidad para Ciro Pacheco quien, según la fiscalía, planeó y ejecutó el crimen; Gilberto De La Rosa, consiguió el arma homicida; Luis Murillo Mosquera, (escolta del presidente de la Asamblea Nacional, Jerry Wilson), facilitador del asesino, y Eligio Mosquera, fue el que transportó al asesino hacia la frontera de Paso Canoas.
El juicio
Los cuatro imputados presentes en la audiencia carecían de algún sentimiento de arrepentimiento por sus semblantes. Un testigo llamado en el tribunal ‘Josefa', señaló que uno de los implicados en el homicidio le contó que ‘se había transado con Eligio, a quien le pagaron $4,000 (cuatro mil dólares) para transportar al sicario a Paso Canoas'.
Las acusaciones se marchitaron misteriosamente, todos los imputados quedaron absueltos.
Carlos Augusto Herrera, exfiscal Auxiliar, recordó que, a pesar de que no estuvo involucrado con el caso, ‘sí se enteró que el crimen de Roque estaba ligado a unos barcos, a un cargamento de azúcar y a unos colombianos a quienes les debía y lo mandaron a buscar'.
La esposa de Roque, también abogada, heredó la fortuna de su esposo, de Villa de Las Fuentes, en Betania, donde vivía y se mudó a un lugar desconocido.
El 29 de abril del año 2009 un jurado de conciencia declaró inocentes a los cuatro imputados por el homicidio de Roque Pérez Carrera.
Algunos abogados han catalogado el crimen como una ejecución siniestra y llena de misteriosas aristas que cerraron las pistas de la investigación.
Pistas
Pérez tenía una firma de abogados especializada en derecho marítimo.
Su bufete había registrado cinco embarcaciones de clientes extranjeros que fueron capturadas el mismo año de la ejecución (2001), en Ecuador.
De igual forma, otra de las evidencias investigadas por la antigua PTJ, fue un conflicto por la venta de un cargamento de azúcar a empresarios rusos valorado en cuatro millones de dólares, prescrito en 1995.
El bufete de Pérez representó al canadiense Souter Meldrum Forbes, uno de los integrantes de la organización de José Castrillón Henao.
La firma de Roque también constituyó empresas para Indalecio Andy Iglesias y el cubano-americano, Ramón Puentes, acusados por la Corte española de blanquear dinero para empresas en Galicia.
Un exdetective de la fenecida PTJ aceptó hablar con El Siglo, de igual forma un eminente abogado, quienes revelarán el ¿por qué de la muerte de Roque Pérez? Eso será en la segunda entrega de esta investigación de ¿Qué Pasó Con?
George
Weeden, asesor de la entonces presidenta Mireya Moscoso, estaba en el sitio.