Crónica roja
La agresión de la policía ocurrió mientras abrían la calle cerrada por los moradores.
TRAGEDIA
Jair Ameth Rodríguez Mosquera, de 18 años, residía en el multifamiliar número uno de Cabo Verde, en Curundú. Falleció producto de los gases lacrimógenos que los miembros de la policía dispararon dentro de los edificios, cuentan sus familiares.
El 23 de noviembre de 2017, los inquilinos de unos 350 apartamentos en Cabo Verde fueron reprimidos por los antimotines , luego de cerrar la avenida Nacional.
La medida de los habitantes de los edificios se debió a que la empresa Gas Natural Fenosa les cortó el suministro eléctrico cuando éstos se negaron a recibir el sistema de medición prepago que la empresa estaba colocando en las viviendas.
Consecuencias
A raíz del cierre de la avenida, los antimotines de la Policía Nacional llegaron al lugar para abrirla, entraron a los edificios y dispararon latas de gas lacrimógenos en el interior de los inmuebles.
El gas se esparció por todos los apartamentos ocasionando molestias, ahogos y náuseas entre los residentes.
Irving Prado, hermano mayor de Jair, reveló a El Siglo que los guardias llegaron hasta el último piso disparando los ‘artefactos'.
‘Mi hermano Jair estaba asustado y durante los hechos pudimos sacarlo y lo llevamos donde mi abuela en Cerro Batea para salvarlo, pero ya era tarde'.
Irving contó que el acta de defunción de su hermano dice que su muerte se debió a un paro, sin embargo, los médicos nunca explicaron a qué se debió el paro cardíaco.
Jair padecía de síndrome de Down, pero estaba en buen estado de salud, aunque todos los meses era atendido por un problema en el corazón, relató su hermano.
Tanto la familia del joven como sus vecinos piensan que él murió a consecuencias de los gases lacrimógenos arrojados por los antimotines.
‘La responsabilidad es de la Policía, porque la noche anterior ellos, (la Policía) dijeron que todo iba a quedar así tranquilamente, pero al día siguiente cuando me desperté a las seis de la mañana los guardias estaban acá adentro de las multis disparando gases ', aseguró Irving.
Vivian Pineda, a nombre de la empresa Gas Fenosa, informó que no tiene responsabilidad sobre lo ocurrido a Jair, ya que solamente estaban allí para colocar los medidores a través de su contratista.
No tienen recursos
Los familiares del chico expresaron que no cuentan con recursos económicos para contratar los servicios de un abogado que los represente y así poder defender sus derechos .
La Junta Comunal de Curundú tuvo que correr con los gastos del sepelio de la víctima.
Sin embargo, la movilización y alimentación de otras necesidades que rodearon la tragedia fueron subsanadas con el esfuerzo de familiares dentro de las limitaciones existentes.
El Siglo trató de contactar a la Defensoría del Pueblo, a través de su representante, Alfredo Castillero, pero no respondió.
Cabo Verde es uno de los sectores citadinos más vulnerables del país y con serios problemas económicos .
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CAUSAS
Los residentes de Cabo Verde se oponían a la instalación de medidores Prepago.
6:00
de la mañana inició la operación de reapertura de la avenida Nacional.