Familiares y amigos de Yaris tienen donde irla a llorar

Tras 45 días de la muerte de Yaris Jiménez, hoy sus familiares y amigos tienen un lugar donde ir a llorar su pérdida.

A las 10:30 de la mañana de ayer, inició el oficio religioso en La Casa del Alfarero, ubicada en el corregimiento de El Coco en el distrito de La Chorrera.

Cientos de personas abarrotaron el recinto, mientras que el pastor oficiaba el acto, para darle santa sepultura a los restos de Jiménez.

Familiares en medio del llanto se abrazaban, dándose apoyo mutuo en este momento tan doloroso para ellos.

Los cenizas de Yaris descansaban en una urna y a un costado una foto de ella sonriente, como sus familiares la quieren recordar.

‘Tenemos donde llorar, por lo menos, un lugar donde llorar, un lugar que cuando sus hijos crezcan puedan visitar y saber que ahí están los restos de su madre', dijo Katherine Fernández, prima de víctima.

Este fin de semana uno de los hijos de Yaris estuvo de cumpleaños, fue el primer cumpleaños sin su madre. El pequeño ahora tiene 7 años. Mientras que la bebé tiene 2 años.

‘Siempre estaremos con ellos, no podemos reemplazar a su madre, porque una madre es única, pero ellos van a crecer en un hogar lleno de amor', sostuvo Fernández.

El suceso, según el relato de Marichely

El 22 de abril Yaris y su pareja la profesora Marichely Ruiz salieron con dirección al Lago Alajuela en Caimitillo. La idea era pasar un buen día. Ellas llevaban a la bebé de dos años de Yaris.

Cuando estaban en el lago, Marichely descubrió unos mensajes que desataron sus celos. Allí comenzó una discusión que se salió de control.

Según Ruiz ambas terminaron peleando dentro del lago. Se halaron el cabello, se golpearon, hasta que ella terminó matando a Yaris.

En la declaración que brindó en la audiencia contó que ella salió del agua y al ver que Yaris no salía, la buscó, la colocó en la orilla e intentó reanimarla, pero no funcionó, así que decidió irse y llevarse a la bebé.

Tras salir de esa área, llevó a la pequeña a casa de su hermana y se excusó diciendo que Yaris estaba haciendo unos trabajos en casa y a la bebé le incomodaba el ruido y que al día siguiente, la buscarían.

Sin embargo, esto no ocurrió y pasaron al menos cinco días cuando la familia de Yaris colocó la denuncia al no saber de su paradero.

A través de todas las redes sociales se difundieron las imágenes de Yaris y de Marichely. Ambas quienes habían sido reportadas como desaparecidas.

No fue hasta el 11 de mayo cuando la profesora de educación física se presentó a la sede del Ministerio Público, en La Chorrera en compañía de su abogado, y confesó su crimen. Además, le indicó dónde había dejado el cadáver.

Posteriormente, fue llevada a audiencia de control de garantías en donde le imputaron cargos por el delito de homicidio doloso agravado y dictó la detención provisional.