2018 cierra con 414 asesinatos

ESTADÍSTICA

Un 2018 en donde no dejó de correr la sangre y en el cual se dieron crímenes muy violentos y que dejaron marcadas a la población panameña.

El año 2018, de acuerdo a cifras registradas por este medio, cerró con total de 414 asesinatos, cifra que no varia mucho de la registrada en 2017 según datos del Sistema Integrado de Estadísticas Criminales (Siec), en donde registraron un total de 424 crímenes, con una diferencia de tan solo 10 asesinatos.

Los homicidios con arma de fuego predominaron con un total de 295 casos, mientras que los registrados con arma blanca marcan un total de 59 y los hechos criminales que ocurrieron por otras causas tienen un total de 62 casos.

Siguen siendo los hombres quienes más pierden la vida en hechos violentos. Tan solo este año asesinaron a 368, pero los casos de mujeres asesinadas no dejaron de estar presentes pues se dieron 38 crímenes violentos contra el sexo femenino.

Además hubo seis casos de niños que murieron a causa de la violencia que se vive en el país.

Resumen

El año inició con dos asesinatos el 1 de enero, ese mes fueron 40 crímenes entre los cuales estuvo el de una niña de 11 años quien falleció luego que quedara en medio de un tiroteo en Las recámaras Villa del Caribe, provincia de Colón.

Hay que mencionar que en enero acabaron con la vida de seis mujeres. Sus nombres eran Yeilin Yarielis Murillo Barreto, de 28 años, cabo segunda del SPI, quien fue asesinada por un compañero.

Otra de las víctimas de enero fue Benita Gregoria Jímenez, asesinada de varios disparos en Veracruz en Panamá Oeste, Michelle Marlenys Batista de 20 años, quien murió de un disparo cuando se encontraba en el portal de su casa en Chilibre, luego que policías iban dándole persecución a unos delincuentes.

Leslie Ábrego fue encontrada en estado de descomposición dentro de su residencia en la Comarca Ngobe Buglé.

Gisela Cedeño, de 62 años, fue acabada a puñaladas en su apartamento en Bella Vista por un familiar quien es menor de edad y se encuentra detenido y por último Rosa María Robles, de 16 años, hecho ocurrido en la provincia de Chiriquí.

La ola de violencia continúo en febrero donde ocurrieron tres dobles homicidios, cerrando el mes con 36 crímenes.

Para marzo las cosas no cambiaron, pues se volvieron a registrar tres dobles crímenes. Acabando el mes con 44 asesinatos, la cifra más alta en el 2018.

En abril ocurrieron 42 casos, el que más impactó a la población fue el homicidio de un guardia de seguridad de una casa de empeño en la Gran Estación de San Miguelito. Delicuentes habían llegado a robar y se enfrentaron a tiros, muriendo en el lugar el seguridad y uno de los pillos.

El homicidio de la abogada Leyda Idalis Montero, hecho ocurrido en mayo en la provincia de Chiriquí, dejó a más de uno perplejo y es que esta dama recibió un tiro en la puerta de su casa, frente a la mirada de sus hijos.

El 22 de julio le arrebataron la vida a Roderick Abdiel Grajales, un pequeño de tan solo 11 años que estaba en una cancha de fútbol cuando individuos dispararon hacia otros sujetos e impactaron al pequeño inocente.

En agosto tres hombres fueron acabados de un solo tanganazo. El hecho ocurrió en Nuevo Veranillo en San Miguelito.

Finalizando el año se dieron más muertes violentas.

Fue el 1 de diciembre cuando una mujer, Enilse Pérez de nacionalidad colombiana, fue hallada muerta en un río en Villa Rica, corregimiento de Pueblo Nuevo. A la dama le habían quemado la cara con ácido y le habían cortado la lengua y las orejas. Tampoco tenía ojos.

Especialista

Marcos Álvarez, criminólogo, manifestó que si observamos la tendencia de los homicidios es de 30 muertos mensuales, a un muerto por día como mínimo y con oscilaciones de dos muertos cada dos días, lo que hace que haya algunos meses más sangrientos que otros, y la estadística en esos meses sangrientos sube hasta 45. Es decir, a 15 muertes mensuales más.

Qué nos indica esto, que la violencia en el país es el mecanismo de resolución de los problemas, ya sean estos causados por el negocio de la droga, ajustes de cuentas por venganzas de diversas índoles, violencia intrafamiliar, femicidios o criminis causes que son aquellos homicidios que son secundarios al delito principal (ejemplo: un robo a mano armada, pero sin intención de asesinar, y queda por el mismo mecanismos de autodefensa y nerviosismo de los delincuentes ocurriendo una muerte).

Es importante mencionar que el mayor índice de muertes está entre las edades de 15 a 39 años, lo que indica que entre alcanzar la mayoría de edad (18 años) y obtener la madurez psicológica existe el factor de peligrosidad del individuo, aunado a los roles del hombre y la mujer en ciertas sociedades, el consumo de alcohol, el acceso a armas de fuego, la tendencia masculina a participar en pandillas o en actividades del crimen organizado.